El circuito de Suzuka, donde se correrá el domingo el Gran Premio de Japón de Fórmula 1, es una especie de coto reservado a los grandes campeones, ya que en 16 de las últimas 17 ediciones de la carrera el vencedor fue un campeón del mundo.

Mejor aún, los seis pilotos vencedores de un campeonato mundial que corren este año en Fórmula 1 (Fernando Alonso, Lewis Hamilton, Jenson Button, Kimi Raokkonen, Sebastian Vettel y Michael Schumacher) han ganado ya todos en Suzuka, un circuito de los antiguos, con gran protagonismo del piloto y con curvas tremendamente rápidas (una de ellas se hace en 7ª marcha a 310 km/h).

La sola excepción a esta regla reciente es la victoria del brasileño Rubens Barrichello en 2003, en pleno periodo de dominio de su compañero en Ferrari, el alemán Michael Schumacher.

“Me gusta este circuito, tiene tramos que son desafíos para los pilotos, como en ninguna otra parte. Y hay los aficionados, que adoran el automovilismo, se puede sentir su pasión. Me gusta mucho también la comida japonesa”, explica el ahora piloto de Mercedes.

El veterano campeón, de 43 años, viene de encadenar varias malas noticias: accidente por su culpa con el francés Jean-Eric Vergne (Toro Rosso) en Singapur, lo que le valdrá una penalización de 10 puestos en la parrilla de salida de Suzuka y, sobre todo, el anuncio del fichaje de Lewis Hamilton por Williams para sustituirle la próxima temporada.

“Mi motivación está intacta tras las noticias de la pasada semana”, dijo ‘Schumi’, quien se mostró “más motivado que nunca porque Suzuka es uno de los momentos fuertes de la temporada para mí”.

A Sebastian Vettel, conocido como ‘Baby Schumi’ a sus 25 años, también le gusta el trazado japonés: “Me gusta realmente venir a correr a este circuito, porque nos encontramos a la vez las curvas más locas y los aficionados más fantásticos”.

“En 2011, el país atravesaba dificultades increíbles, por lo que era extremadamente importante aportar nuestro apoyo”, agregó el vigente campeón mundial en referencia al sismo y posterior tsunami que el 11 de marzo de 2011 arrasó la costa noroeste del país, provocando miles de muertos y un grave accidente en la central nuclear de Fukushima.

Vencedor hace 15 días en Singapur, Vettel se ha relanzado en la lucha por el título 2012 (es segundo de la general, a 29 puntos del líder Fernando Alonso), en lo que parece ya una lucha reservada entre el alemán y el español, después de que el tercer piloto en liza, Hamilton, abandonase en Singapur y se haya quedado ya a 52 puntos del español, con sólo cinco carreras por disputar.

El ganador en Suzuka el pasado año, el británico Jenson Button, segundo clasificado hace 15 días en Singapur, tendrá este año más dificultades para llevarse la victoria, ya que será penalizado con cinco puestos en la parrilla de salida por haber tenido que cambiar la caja de cambios de su monoplaza.

Los mecánicos de McLaren han detectado el mismo problema que obligó a Hamilton a retirarse en Singapur, por lo que no podían arriesgarse.

“Ganar aquí en 2011, después del tsunami, me hizo enormemente feliz y me emocionó bastante. Quiero mucho a Japón, vengo con frecuencia, por trabajo y por placer”, explica el británico.

Desde el punto de vista técnico, Button compara Suzuka a “un circuito urbano, porque no podemos cometer el mínimo error. Es también muy rápido y no hay nada más que una trayectoria posible en las ‘S’ del primer sector.

Alonso, que continúa al frente del mundial, también guarda estrechos vínculos con Japón. De hecho, tiene un tatuaje, que descubre raramente, de un samurai del Imperio del Sol Naciente.

Una victoria del piloto de Ferrari en Suzuka podría matar casi definitivamente el mundial de Fórmula 1.