Educación gratuita y laica, reforma tributaria y nueva Constitución, constituyen el eje de los lineamientos programáticos de la candidatura presidencial de Marco Enríquez Ominami, que se será lanzada mañana jueves en un acto en el Teatro Caupolicán.

A las 17.00 horas se dará inicio al acto del Partido Progresista, PRO, en que se proclamará la candidatura presidencial de Marco Enríquez Ominami.

La fecha elegida no fue producto del azar, pues coincide con la víspera del trigésimo octavo aniversario de la muerte de su padre, el líder histórico del MIR Miguel Enríquez, abatido por agentes de seguridad de la dictadura en un enfrentamiento el 5 de octubre de 1974.

En las dos primeras horas, bajo la animación de la actriz Marisela Santibáñez, se desarrollará un espectáculo con lectura y lanzamiento de poemas, exhibición de videos, saludos desde el exterior y la actuación de artistas como las bandas Santo Barrio y Tiro de Gracia, además del humorista Juan Carlos Palta Meléndez, entre otros.

Se harán presente invitados internacionales, como dirigentes de partidos progresistas de distintos países y el ex zar antidrogas y ex ministro del Interior de Perú, Rómulo Pizarro.

El orador central, Marco Enríquez Ominami, dará a conocer los lineamientos programáticos de su segunda candidatura presidencial, con tres temas eje: educación gratuita y laica, reforma tributaria y nueva Constitución.

El ex parlamentario advirtió que, tal como en la campaña del 2009, llegará hasta el final, aunque eventualmente deba competir contra quien tiene una amplísima ventaja en las encuestas, Michelle Bachelet.

Marco Enríquez Ominami desestimó, además, la crítica de dirigentes de la Concertación y de analistas políticos que lo tildan como candidato populista.

Para el analista Guillermo Holzmann, la proclamación de Enríquez Ominami pone en pie forzado la campaña presidencial, escenario que -dijo- será una molestia para la Concertación y la Alianza porque presidencializará la agenda política.

Estimó que su opción se fortalecerá si la ex presidenta Bachelet decide, finalmente, no competir.

Holzmann opinó que en su segundo intento por llegar a La Moneda, Enríquez Ominami aspira a captar no el voto duro de la Concertación y de la Alianza, sino a una masa electoral diluida que representa a cerca del 40 por ciento de los votantes.