El académico de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, Fernando Torres, alertó sobre los riesgos por consumos excesivos de bebidas energéticas o energy drinks.

“Cantidades ilimitadas de estas bebidas podrían generar alteraciones a nivel del sistema nervioso central y del sistema cardiovascular debido a su composición y las características estimulantes de sus componentes”, explicó el químico farmacéutico.

La cafeína, es uno de los principales componentes de estos refrescos energizantes, estimula el cerebro, incrementa la creatividad física y la sensación de euforia.

Pero “el uso excesivo puede estimular la diuresis (orina), lo que puede generar una mayor pérdida de agua”, advirtió el experto.

Expresó que un consumo constante hará que se requiera de mayores dosis para sentir el efecto estimulante, lo que puede determinar alteraciones de la irrigación sanguínea, favoreciendo la hipertensión arterial.

“Ingerir de forma frecuente bebidas energéticas altera el sueño normal, muchas veces la persona manifiesta insomnio, inquietud y excitación”, sostuvo Fernando Torres.

De igual manera, en cantidades elevadas pueden presentarse distorsiones en la percepción, temblores, alteración del ritmo cardíaco y la respiración.

Según el académico de la Universidad Andrés Bello, no es recomendable el consumo de estos energizantes en aquellas personas que sufren de obesidad, debido a sus altos niveles de carbohidratos, y en pacientes que presentan factores de riesgo puede conducir a altos niveles de glicemia en la sangre o diabetes.

Estos líquidos, además, poseen algunas propiedades similares a las de las bebidas gaseosas comunes, por ejemplo, contienen agua carbonatada y azúcares y se les incorporan cafeína, vitaminas, taurina, inositol, minerales, extracto de guaraná y otros.