Uno de los curadores latinoamericanos más conocidos dentro y fuera del continente es Gerardo Moquera, cofundador de la Bienal de La Habana e invitado VIP en feria Ch.ACO 2012.

El experto cubano tiene una relación especial con el país, más aún como editor de “Copiar el Edén”, libro que reúne textos y fotos de artistas relevantes, desde los años 70 hasta comienzos del siglo XXI, presentado en importantes instancias de la escena global, y aporte significativo a la internacionalización del arte chileno.

Mosquera habló el sábado, precisamente, de editorialidad, en un conversatorio público organizado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Es su segunda vez en la feria y, aún sin terminar de recorrerla, comentó que le pareció de muy buen nivel: “Tiene una escala muy agradable. Parece más pequeña que el año pasado. Cada stand mantiene su espacio, su aire. Es un lugar muy compacto y bonito en esta antigua estación de trenes. Uno disfruta recorrerla sin esa sensación aplastante que tienen otras ferias tan amontonadas y llenas, que parecen malls. Lo que he visto me parece además de un alto nivel, las presentaciones de las galerías son muy coherentes, están bien preparadas”, agrega.

¿Es la feria una posibilidad de conocer tendencias de arte contemporáneo internacional?

No es realmente un acercamiento. Es muy limitado aún para ello. Además que muy pocas instancias lo permiten. Ya esos panoramas resultan difíciles por la gran cantidad de artistas de distintos lugares que circulan por el mundo

Es más bien un espacio de apoyo al naciente mercado del arte en Chile… Es un estimulo y una oportunidad interesante sin duda. Puede desempeñar un papel positivo. Sobre todo si es hecha con la seriedad que se hace. El coleccionismo en Chile es aún muy débil. Se está formando.

Además de la feria de arte, ¿qué haría falta para potenciar el coleccionismo local?

Más difusión, publicaciones, discusión, incluso un trabajo directo con personas que mantienen interés en la cultura y cuentan con recursos económicos, sobre todo galerías y dealers. Esos nexos son importantes además para desarrollar no sólo el coleccionismo privado, sino público y de otras instituciones como universidades.

¿Puede una feria de arte ayudar a dinamizar o desarrollar la escena del arte local?

Art Basel en Miami, por ejemplo, es muy positiva no sólo desde el ámbito comercial sino por la cantidad de actividades culturales paralelas y no comerciales que se abren animando la ciudad. Ocurre acá con la organización de OFF Chacoff, por ejemplo, circuito organizado de espacios independientes. Art Basel ha transformado Miami por lo que desencadenó aparte.

¿ Y contribuye a la salida del arte chileno al mercado internacional?

Por ejemplo, la visita de Masssimiliano Gioni (curador de la Bienal de Venecia 2013) o de Michel Blancsubé (de la colección Jumex de México). Se crea todo un movimiento que llama la atención sobre la producción artística chilena. Viene gente, se crean espacios y actividades con programas paralelos sin fines comerciales directos, que ponen al país sede en el mapa del arte internacional.