El proceso de apelación de las integrantes del grupo de música ruso Pussy Riot fue aplazado hasta el 10 de octubre el lunes por la justicia rusa, después de que una de las jóvenes anunciara haber roto la relación con sus abogados al comienzo de esta audiencia, en la que la defensa no tiene muchas esperanzas.

“El aplazamiento solicitado por Ekaterina Samutsevich es aceptado. La audiencia es aplazada al 10 de octubre”, anunció la presidenta del tribunal tras una suspensión.

El proceso comenzó este lunes por la mañana bajo una protección policial reforzada y en presencia de las tres jóvenes condenadas el pasado 17 de agosto a dos años de prisión cada una, acusadas de “vandalismo” e “incitación al odio religioso” por haber cantado una “oración punk” contra Putin en febrero en la catedral de Moscú.

Hablando a través de un micrófono desde la caja de vidrio situada en la sala donde se celebraba la audiencia, Ekaterina Samutsevich anunció haber roto la relación con sus abogados por divergencias y dijo encontrarse actualmente sin defensor.

“No comparto su visión del caso judicial”, dijo.

“Considero inaceptable continuar el proceso si una de nosotras no tiene abogado”, declaró Maria Alejina, otra de las jóvenes.

Antes de la audiencia, los abogados de Nadejda Tolokonnikova, de 22 años, Ekaterina Samutsevich, de 30, y Maria Alejina, de 24, mostraron pocas esperanzas de que fueran liberadas.

“Están encarceladas desde hace siete meses y, de todas formas, serán declaradas culpables, ya que es un caso político”, declaró el abogado Mark Feïguine a la emisora de radio Echo de Moscú, donde añadió que solo podía esperar una reducción de la pena.

Según una entrevista con las jóvenes publicada este lunes por el tabloide polaco Super Express, las tres mujeres no esperan tampoco su liberación tras el proceso de apelación. “Nadie quiere apiadarse de nosotras”, dijo Samutsevich a este periódico que afirma haber transmitido las preguntas y obtenido las respuestas por escrito en su lugar de detención.

“El Estado recurrirá a toda la fuerza de la ley para defender los sentimientos religiosos de nuestros conciudadanos, nuestros valores nacionales y religiosos frente a todos los intentos de profanación y blasfemia”, declaró este lunes el jefe de la administración presidencial, Sergueï Ivanov, citado por Ria Novosti.

La Iglesia Ortodoxa consideró el domingo que las jóvenes solo merecerían clemencia si se arrepentían, cosa que las tres mujeres rechazaron.

“Si se entiende por arrepentimiento que las jóvenes reconozcan su culpabilidad, entonces no hay muchas posibilidades de que esto se produzca”, declaró el abogado Mark Feïguine, citado por Interfax.

En un comunicado difundido el domingo, la Iglesia Ortodoxa repitió que ningún acto “que perjudique los sentimientos de los creyentes” podía “quedar impune”.