Un test psicológico del tipo obligatorio, para todos los profesionales y técnicos que deban desarrollar labores con menores, fue el punto basal de la moción presentada por un grupo de senadores, y que será analizada por la comisión de Educación.

El proyecto nace de la idea de prevenir que situaciones relacionadas al abuso físico o sexual, o directamente una violación, se repita en los recintos educacionales, ante el sinfín de casos que se han hecho públicos en el último tiempo. Análisis que, de sortearse positivamente, permitirá fomentar un grado más de confianza tanto en padres como los apoderados.

Los legisladores apuntaron, al presentar la moción, a que la gran mayoría de las denuncias recibidas en el último tiempo, referente a algún tipo de abuso, son directamente contra los profesionales y técnicos que trabajan concisamente con los menores. La moción también incluye a todo tipo de funcionario que se relacione con niños.

El proyecto exige que, en el caso de las universidades o institutos técnicos, como requisito para ingresar a una carrera técnica o profesional, donde los futuros profesionales deberán relacionarse con menores, se aplique un test psicológico. Éste deberá ser rendido de modo obligatorio por todos los jóvenes que deseen ingresar a dichas carreras, los que se ejecutarán de manera personalizada.

La directora subrogante del Servicio Nacional de Menores (Sernam) en la región de Los Lagos, Soledad Cárdenas, valoró la idea, manifestando que es necesario un proyecto como éste, siempre y cuando se tomen los resguardos necesarios frente a qué pasara.

A pesar de la buena intención del proyecto, según Cárdenas, hay que tener en cuenta al momento de legislarlo que éste solicita que dicho exámen sea requisito para quienes optan a una carrera, por ejemplo, pedagógica. Sin embargo, hay que sopesar que quiénes acceden a dichas carreras lo hacen por una decisión personal, por la vocación.

Las bases que argumentaron los legisladores para la presentación del proyecto tienen que ver con las alarmantes cifras, la que señalan que una de cada cuatro niñas, y uno de cada 8 niños, serán abusados sexualmente antes de cumplir los 16 años. Además, sobre el 80% de los casos será una persona cercana a ellos quien cometa el delito.

Otro de los antecedentes guardan relación con los datos entregados por el centro de Atención a Víctimas de Atentados Sexuales en Chile. Al año se producen 20 mil delitos por abuso sexual, sin embargo, de acuerdo a los datos entregados por Carabineros y PDI, sólo serían denunciados cerca de 4 mil 500.