La iglesia católica del estado australiano de Victoria (sureste) reveló que al menos 620 menores fueron víctimas de abusos sexuales por parte del clero desde los años 1930, lo que provocó nuevos llamados este sábado para que se lleva a cabo una investigación independiente.

La iglesia reveló esta cifra en un informe al parlamento local el viernes pero añadió que las denuncias de abusos cayeron significativamente en comparación con los años 1960 y 1970.

“Es vergonzoso y consternador que estos abusos, con su dramático impacto en los que fueron abusados y sus familias, fueran cometidos por curas católicos, religiosos y empleados de la iglesia”, dijo el arzobispo de Melbourne, Denis Hart.

El año pasado el papa Benedicto XVI dijo a los obispos australianos que el escándalo de abusos sexuales en la iglesia haría su trabajo más difícil y los exhortó a “reparar los errores del pasado con honestidad”.

El informe no fue hecho público pero la iglesia dijo que la mayoría de los 620 casos de demandas por abusos registrados en los últimos 16 años eran relativos a incidentes de hace 30 a 80 años atrás, y muy pocos relativos a abusos cometidos desde 1990 hacia adelante.

Hart dijo que la iglesia tomó iniciativas para resolver el tema, incluido un programa que funciona desde los años 1990 que incluye una investigación independiente, un programa de asesoramiento y apoyo y un sistema de compensación.

“Esta presentación muestra cómo la iglesia de hoy está comprometida para buscar la verdad y no disfrazarla, eludiendo las acciones de aquellos que traicionaron la sagrada confianza”, agregó en una declaración.

Los allegados a las víctimas dijeron no obstante que la cantidad de niños abusados era mucho mayor que las que confirmó la Iglesia en su propia investigación.

Chrissie Foster, cuyas dos hijas fueron violadas por el cura de su parroquia a mediados de 1980, dijo que la Iglesia tuvo décadas para comunicar sobre el tema pero recién lo hizo el viernes.

El presidente del Instituto Legal de Victoria, Michael Holcroft, declaró que se necesitan más investigaciones independientes.

“Obviamente hay una percepción pública de que la Iglesia investigando a la Iglesia es como que César juzgue a César y creo que la comunidad está ahora esperando que alguien externo, alguien independiente llegue al fondo de lo que fue un gran problema por mucho mucho tiempo”, dijo Holcroft a la cadena ABC.