El Papa denunció el viernes el riesgo de una “burocratización” de la Iglesia católica y pidió a los laicos y a los sacerdotes de la Iglesia en Francia que se nieguen a mezclar las tareas, a pesar de la escasez de sacerdotes.

Benedicto XVI se dirigió en Castel Gandolfo a unos 30 obispos del oeste de Francia, dándoles una especie de hoja de ruta, a pesar de que el clero francés es escaso y que ciertas diócesis carecen de curas.

“La solución de los problemas pastorales que se presentan en las diócesis no puede limitarse a cuestiones de organización, por importantes que sean. Existe el riesgo de dar más importancia a la búsqueda de la eficacia con una especie de burocratización de la pastoral”, dijo.

Según las últimas estadísticas oficiales, que datan de 2009, los sacerdotes de las diócesis pasaron de 15.008 en 2008 a 14.097 el año siguiente. Eran 17.935 en 2002.