El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, llegó el lunes de noche de Londres con la bandera paralímpica, el símbolo oficial de la competeción que la capital carioca oficiará en septiembre de 2016, justo después de los Juegos Olímpicos de verano.

Paes llegó junto a una comitiva conformada por el gobernador del estado de Rio, Sergio Cabral; el presidente del Comité Olímpico Brasileño (COB), Carlos Nuzman; el presidente de Comité Paralímpico Brasileño (CPB), Andrew Parsons; y una delegación de atletas paralímpicos brasileños.

“El compromiso quiero establecer aquí con el movimiento paralímpico es que nosotros vamos a transformar esta ciudad. Tiene que ser un compromiso de los cariocas en transformar esta ciudad en algo accesible y amigable para las personas discapacitadas. Que la llegada de la bandera nos inspire en ese sentido”, dijo Paes en una rueda de prensa en el aeropuerto de Galeao, que sirve a Rio.

La ciudad de Rio de Janeiro tiene una infraestructura deficiente para personas con limitaciones físicas. “Tenemos mucho que aprender”, aceptó Paes.

“La llegada de la bandera paralímpica es una fuente más de inspiración para realizar Juegos que transformen la percepción de nuestra sociedad en relación a las personas con discapacidades y los patrones de acceso de Rio de Janeiro”, comentó por su parte Nuzman.

Brasil espera superar los muy exitosos Paralímpicos de Londres-2012. En Rio, los Juegos tendrán dos nuevas disciplinas -paratriatlón y paracanotaje- totalizando 22 deportes. Los organizadores esperan 4.200 atletas de 150 países para estos juegos.

“Más que nunca los Juegos Paralímpicos llamaron la atención de la población brasileña y mundial. La gente en Londres pudo ver la repercusión y emoción de las personas con un Estadio Olímpico con 80.000 lugares llenos y la marca que nos queda es de superación”, indicó el gobernador Cabral.

Brasil terminó séptima en el medallero de Londres, un récord para el gigante sudamericano, con 43 preseas, 21 de ellas de oro. La meta del CPB es llegar quinto en cuatro años.