El gobierno alemán consideró el viernes que el BCE actúa en el marco de su mandato, pero la polémica crecía en la primera economía de la zona euro sobre el nuevo plan de compra de deuda de Estados por el instituto emisor europeo, al que se opone el banco central alemán.

El plan anticrisis del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, fue en general mal recibido en Alemania, pese al apoyo tácito de la jefa de gobierno, Angela Merkel.

“Jornada negra para el euro”, afirmaba el diario popular Bild. Una “pesadilla”, aseguraba Die Welt. El BCE “abrió definitivamente la caja de pandora”, escribía el Münchener Merkur, reflejando el tono mayoritariamente crítico de la prensa germana.

A ella se suma la opinión pública: un 50% de los alemanes son hostiles a la compra de títulos de deuda soberana por el BCE y solamente 13% se declaran favorables a ese tipo de medidas, según un sondeo del instituto Infratest Dimap, publicado el viernes aunque realizado poco antes de los anuncios de Draghi.

Sin embargo Merkel parece apoyar los anuncios del BCE. Junto a su par español, Mariano Rajoy, afirmó el jueves en Madrid que “el BCE actúa en el marco de su independencia y de su mandato” y “es el responsable de la estabilidad, del valor de la moneda y el que toma las medidas oportunas”.

Y este viernes su portavoz, Steffen Seibert, salió al paso de las críticas con propósitos similares: el BCE, sostuvo, actúa “independientemente y en el marco de su mandato”.

Desde Estocolmo, el ministro alemán de Finanzas. Wolfgang Schauble, intentó enviar un mensaje tranquilizador, al asegurar este viernes que el BCE no se había lanzado a financiar la deuda de los Estados.

“No es el principio de una financiación monetaria de deuda pública”, declaró Schauble, y se quejó de que la prensa alemana se muestre “muy nerviosa” al criticar al BCE.

Las razones de este conciliador tono deja perplejos a ciertos medios alemanes, sobre todo después de que el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann -representante del banco central alemán en el BCE- expresara nítidamente su oposición a las medidas de Draghi.

“Una interpretación sería que (Angela Merkel) no es favorable” a estas medidas, “pero que ya no está en condiciones de oponerse a la serie de apoyos que genera el ‘modelo Draghi’”, opina el diario Handelsblatt en su sitio internet.