Con una mediación ante la Cámara de Diputados, el parlamentario Sergio Ojeda, solicitó la intervención del Gobierno por el tema que afectaría a los productores primarios, ante la baja de 20 pesos por litro de leche anunciada por la empresa láctea Nestlé.

Ojeda, aseguró que el anuncio crea un panorama sombrío que podría afectar gravemente en materia económica y productiva del rubro. Al respecto manifestó que la intervención fue apoyada por todos los presentes en la sesión, quienes concordaron que el panorama para la industria lechera, de mantenerse el anuncio, sería desalentador.

Añadió que los lecheros se prepararon para una mayor opción que ofreció en su momento Nestlé para inaugurar su planta en Osorno, anunciando posteriormente la baja en sus precios, lo cual dijo, no se condice con las condiciones del mercado interno.

Lo anterior traería como consecuencia menor rentabilidad en el rubro, provocando por lo mismo desequilibrios en la producción, sobre todo la provisión de forraje que garantizaría la producción para la próxima temporada.

Por su parte el diputado, por el distrito 55, Javier Hernández, manifestó que bajar el precio por litro de leche a los productores primarios no se justifica. Es más, dijo que se debería aplicar una baja a los excedentes que son los que se exportan al extranjero y que sí han dado señales de baja, añadiendo que todo proceso se debería realizar de manera transparente.

Desde la empresa, en tanto, informaron que si bien entienden la preocupación, debieron modificar la pauta del precio de pago de la leche a fin de salvaguardar tanto la sustentabilidad como la competitividad del sector lácteo. Anuncio realizado –dicen- en una reunión sostenida con los productores, en medio de un diálogo entre ambas partes.

Una de las causas de la bullada determinación es que el bajo precio del dólar actual les restaría competitividad frente a los mercados internacionales, donde las materias primas lácteas se transan en valores muy bajos. A ello se sumaría que el consumo nacional habría presentado una desaceleración en el último tiempo en relación al crecimiento que registró en el año 2011. Finalizan añadiendo que las condiciones mencionadas hacían necesario efectuar el ajuste.