La mitad de los estadios en las 12 ciudades sede del Mundial de Brasil-2014 no han concluido el 50% de las obras, a menos de dos años del evento, según un informe divulgado por el Ministerio de Deportes brasileño.

Los estadios más atrasados son el Arena das Dunas de Natal (nordeste), con 30% de las obas concluidas, y el Beira-Rio de Porto Alegre (sur), con 33%, según el informe divulgado en la página oficial del gobierno para la Copa del Mundo, que detalla el estado de las obras al cierre de agosto.

Tampoco llegan a 50% las obras del estadio Arena Amazonia de Manaos (norte), con 44%, y los sureños Arena Pantanal de Cuiabá (Mato Grosso) y Arena da Baixada de Curitiba (Paraná), con 47% y 45% de las obras ejecutadas, respectivamente.

El estadio Arena del Corinthians de Sao Paulo, que acogerá la apertura del Mundial, tiene 48% de las obras terminadas.

El gran templo del fútbol brasileño, el Maracaná en Rio de Janeiro, que acogerá las finales de la Copa Confederaciones en 2013 y del Mundial en 2014, tiene 62% de las obras concluidas.

Los más adelantados son el Castelao de Fortaleza (nordeste), con 87% de las obras finalizadas, y el Mineirao de Belo Horizonte (sureste), con 78%. Ambos acogerán partidos de la Copa de las Confederaciones en junio del próximo año, así como del Mundial-2014.

El Mané Garrincha de Brasilia, que acogerá la apertura de la Copa de las Confederaciones y siete partidos del Mundial, tiene 72% de la obra adelantada y el Fonte Nova de Salvador (nordeste) está con 70%.

Las obras del estadio Arena Pernambuco en Recife (nordeste) apenas superan la mitad, con 51,6%.

La FIFA anunciará en la primera semana de noviembre si los estadios de Recife y Salvador acogerán o no partidos de la Copa de Confederaciones el próximo año, junto a los de Rio, Brasilia, Belo Horizonte y Fortaleza.

El secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, afirmó la pasada semana en Rio que todas las obras del Mundial-2014 van “por buen camino” y el país ha alcanzado “la velocidad crucero”, en un notorio cambio de tono tras sus fuertes críticas de hace seis meses.

“No hay un solo estadio en rojo para la Copa del Mundo; no hay problemas y no hay ningún estadio atrasado (…) Hemos alcanzado la velocidad crucero”, dijo Valcke el viernes tras visitar los estadios y otras obras de infraestructura en Manaos, en la Amazonía brasileña, y Cuiabá, en el ecosistema Pantanal.