Ante el alto número de denuncias contra los choferes de la locomoción colectiva, la Seremi de Transportes implementó el método del “inspector incógnito” en las micros, para evitar las conductas temerarias de los conductores, así como también las faltas que puedan cometer.

Si usted es pasajero habitual de la locomoción colectiva del Gran Concepción, ahora debería sentirse un poco más seguro arriba de las micros. El inspector incógnito se encargará de aquello, pues será él quien tenga la responsabilidad de fiscalizar el actuar de los conductores de los microbuses.

Este inspector podrá abordar cualquier máquina como un pasajero común y si el chofer comete alguna falta, como hablar por celular, pasar un semáforo en rojo o no parar a los estudiantes -por ejemplo- podrá ser sancionado por el fiscalizador.

Así lo indicó el titular de Transportes en la zona, Claudio Silva, quien señaló que la única forma de fiscalizar dichas faltas es en el trayecto.

Si el conductor es sorprendido en una falta, será sancionado, mientras que si su conducción es buena y carece de imprudencias, será felicitado delante de todos los pasajeros.

Fueron estos últimos, quienes valoraron la iniciativa de la autoridad:

Los conductores que fueron fiscalizados por el inspector recalcaron a sus colegas los cuidados que deben tener mientras se encuentran tras el volante.

En sólo tres días los inspectores incógnitos ya realizaron 27 fiscalizaciones y entre las faltas más comunes está el hablar por celular, detenerse en un lugar no autorizado o en doble fila para dejar o tomar pasajeros y no parar a los estudiantes. Las multas se fijan como si fuera una infracción de tránsito.