La acusación del hombre de negocios y opositor político ruso, Boris Berezovski, fue desestimada este viernes en el juicio que lo oponía a su ex socio, el multimillonario Roman Abramovich, al que le reclamaba más de 5.000 millones de dólares (4.000 millones de euros) por daños y perjuicios.

El veredicto de un juez londinense se refería a las condiciones de venta de la firma petrolera Sibneft en 2001, vendida por Berezovski a su ex socio Abramovitch.

Berezovski, de 66 años, opositor declarado del Kremlin y exiliado desde el 2000 en la capital británica, acusa a Abramovich de haberle obligado, mediante “amenazas e intimidaciones”, a vender sus acciones en el grupo petrolero ruso Sibneft por 1.300 millones de dólares, una fracción de su valor real.

Berezovski, cuya fortuna está estimada actualmente en 500 millones de libras contra los 10.800 millones de Abramovich, afirma que éste le dijo que el Kremlin se las expropiaría si no las vendía.

Sin embargo, durante el litigio, Abramovitch declaró que Berezovski nunca tuvo acciones de la firma Sibneft, y que los 1.300 millones de dólares que este último recibió en el 2001 fueron un gesto de “reconocimiento por su ayuda política y protección” durante la creación de la empresa.

Abramovich, también conocido por ser el propietario del club de fútbol inglés Chelsea, vendió Sibneft a la empresa estatal Gazprom por 13.000 millones de dólares en 2005.

Allegado del ex presidente ruso Boris Yeltsin, Berezovski hizo fortuna durante las polémicas privatizaciones de los años 1990. Caído posteriormente en desgracia, fue condenado varias veces por la justicia rusa.