El Partido demócrata destacará el balance, a su juicio positivo, de la política de seguridad nacional seguida por Barack Obama, durante su convención de la semana próxima, anunció el miércoles el equipo de campaña del mandatario saliente.

En el encuentro, que tendrá lugar de martes a jueves en Charlotte (Carolina del Norte, sudeste), los demócratas evocarán “el sólido balance del presidente Obama en materia de seguridad nacional y (en el tema) de los veteranos de guerra”, dijo Adam Fetcher, un portavoz del comité de campaña del jefe de Estado.

El vocero mencionó al respecto el hecho de “haber puesto fin a la guerra en Irak de manera responsable, haber concentrado (los) esfuerzos (del país) en Al-Qaida, diezmando a su equipo dirigente, y haberse hecho cargo de (los) soldados, hombres y mujeres, a su regreso” del campo de batalla.

Estos temas serán evocados “durante toda la semana de la convención” y en particular durante su noche de cierre, el jueves, en oportunidad del discurso de John Kerry, dijo Fletcher.

Veterano de la guerra de Vietnam, varias veces condecorado y candidato a la presidencia en 2004, cuando fue derrotado por George W. Bush, Kerry preside actualmente la comisión de Relaciones Exteriores del Senado.

Kerry es también mencionado como un eventual sucesor de Hillary Clinton a la cabeza del departamento de Estado en caso de victoria de Obama el 6 de noviembre. La actual titular del cargo ya aclaró que no dirigiría la diplomacia estadounidense más allá del presente mandato presidencial.

En sus discursos de campaña, Obama nunca olvida destacar que fue bajo su supervisión que se realizó la operación que condujo a la muerte del líder de Al-Qaida Osama bin Laden en Pakistán, en mayo de 2011.

También subraya que cumplió con su promesa de retirar a los soldados estadounidenses de Irak a fines de 2011 y que en Afganistán está en marcha una “transición” hacia la transferencia de responsabilidades a las fuerzas locales antes de 2014.

Con esas menciones, el presidente saliente procura neutralizar las acusaciones de debilidad en materia de seguridad nacional que los republicanos lanzan tradicionalmente contra los demócratas. En 2004, Kerry pagó las consecuencias de una campaña de ese tipo orquestada por el equipo de Bush.