El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, confirmó que el Gobierno ofreció a la oposición un fondo permanente de 4 mil millones de dólares para la educación: la misma cantidad ofrecida en junio de 2011 (el GANE) durante las manifestaciones estudiantiles.

Pese a ello, el secretario de Estado se manifestó firme respecto a los otros tópicos de la reforma, ya que aseguró que no habrán más cambios en el proyecto cuestionado por la oposición.

Por lo tanto, insistió que el alza tributaria a las empresas va amarrada a la rebaja de impuestos a las personas. Ante ello, no sería posible votar por separado ambas iniciativas.

Desde la Concertación, el DC Jorge Pizarro señaló que -en general- los congresistas de la oposición no están alineados, pero que la mayoría optará por rechazar el proyecto, para forzar un comisión mixta que permita mejorar el proyecto.

A su vez, los senadores de la alianza decidieron abstenerse ante el rechazo de la Concertación, para así forzar una Comisión Mixta y decidir el futuro del proyecto.

Además, desde la oposición valoran el hecho de recaudar más fondos para la educación subiendo los impuestos a las grandes empresas; pero -aún así- cuestionan fuertemente el hecho de rebajar impuestos a los tramos más altos de ingreso o la reducción del pago de timbres y estampillas.

Finalmente, el presidente de la FECh, Gabriel Boric, insiste en que se trata de un atentado a la educación pública. Además, ahora que el proyecto pasó a una comisión mixta, el movimiento estudiantil observará desde cerca el trabajo del poder legislativo.