El informe de hospitalización del líder palestino Yaser Arafat, que murió en 2004 en un hospital militar cerca de París, registra una inflamación intestinal y problemas de coagulación “severos”, según la página Slate.fr, que lo publicó el martes y baraja la hipótesis de “envenenamiento” por una toxina procedente de una seta venenosa.

Según un “informe de hospitalización” del 14 de noviembre 2004, firmado por Thierry de Revel, jefe del servicio de hematología del hospital militar de Percy, en Clamart, Arafat sufrió una “enteropatía de tipo enterocolitis (inflamación intestinal, ndlr) de aspecto infeccioso”.

Además, el informe médico señala que esa inflamación estaba “asociada a una coagulación intravascular diseminada severa sin etiología, identificada en la etapa de reanimación”.

El informe publicado por Slate fr. coincidió con la apertura de una investigación de la justicia francesa sobre la muerte, el 11 de noviembre del 2004, del jefe de la Autoridad Palestina, tras la denuncia presentada por su viuda Suha Arafat.

La demanda contra persona desconocida por el presunto asesinato del dirigente palestino fue presentada el pasado 31 de julio tras el hallazgo de polonio, una sustancia radiactiva altamente tóxica en los efectos personales de Arafat.

La fiscalía del Tribunal de Nanterre, en las afueras de París, decidió el martes abrir una investigación judicial sobre la muerte del histórico líder palestino.

La tesis del envenenamiento fue reavivada a principios de julio por la difusión de un documental en la cadena Al Jazeera en el que se señalaba que el Instituto de Radiofísica de Lausana, que analizó muestras biológicas extraídas de los efectos personales de Arafat, encontró en ellas “una cantidad anormal de polonio”.

Pero según Slate fr., no es probable que Arafat muriera a causa de un envenenamiento por polonio. El sitio, que consultó a Francis-Kahn, ex jefe del servicio de reumatología del hospital Bichat de París, baraja la hipótesis de envenenamiento “por una de las toxinas” de la seta “amanita faloide”.

“Ese tipo de toxina es estudiada en particular en el centro de Nes Ziona, no muy lejos de Tel Aviv”, afirmó el experto al sitio Slate.

El informe de hospitalización indica que los síntomas empezaron el 12 de octubre, cuatro horas después de que Arafat cenara. El dirigente sufrió una sensación de “malestar, con náuseas, vómitos y dolores abdominales”.

Ingresado 17 días más tarde en el hospital militar francés, Arafat cayó en coma el 3 de noviembre, y falleció el 11 de noviembre, sin que se le practicara una autopsia. Los restos de Arafat reposan en la ciudad cisjordana de Ramala.