El presidente estadounidense, Barack Obama, declaró este lunes el estado de emergencia en Luisiana ante la llegada de la fortalecida tormenta tropical Isaac, que amenazaba las costas de ese estado en el sur del país, golpeado en 2005 por el devastador huracán Katrina.

Obama informó al gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, que estaba tomando medidas para liberar fondos y ayuda federales, durante una conferencia telefónica con autoridades locales, la víspera de que la tormenta toque tierra, según los pronósticos.