El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, pidió al Cuarteto para Oriente Medio intervenir para que los palestinos celebren unas elecciones que, según él, aparten al presidente Mahmud Abas y relanzar el proceso de paz.

En una carta dirigida el martes al Cuarteto (Rusia, ONU, Unión Europea y Estados Unidos), de la que la AFP obtuvo una copia, Lieberman afirma que el presidente de la Autoridad Palestina “parece indiferente o incapaz de llegar a un acuerdo que permitiría poner fin al conflicto” palestino-israelí.

“Es el momento de tener en cuenta una solución creativa, fuera de los caminos ya trillados, para reforzar la dirección palestina”, escribió el ministro ultranacionalista en la carta dirigida a la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, al ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, a la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

“Deberían celebrarse elecciones generales y una nueva dirección palestina, legítima y esperamos que realista, debería ser elegida”, añadió y subrayó que “las elecciones deberían haberse celebrado en 2010 y que fueron aplazadas repetidamente”.

Las negociaciones directas entre Israel y palestinos están interrumpidas desde septiembre de 2010 y la comunidad internacional presiona en vano desde entonces para sentarlos de nuevo en la mesa de negociaciones.

En una declaración a la AFP, el negociador palestino Saeb Erakat rechazó las palabras del ministro israelí que se parecen, según él, “a las campañas lanzadas por el exprimer ministro Ariel Sharon contra el dirigente Yaser Arafat y se parece a una incitación al asesinato”.

Erakat dijo haber contactado con el Cuarteto para que esta campaña “difamatoria” pare, ya que,según él, el “presidente Abas quiere poner fin a la división en las filas palestinas y organizar elecciones legislativas y presidenciales”.

En virtud del acuerdo de reconciliación nacional firmado el 27 de abril de 2011 entre Fatah y Hamas, los dos gobiernos palestinos rivales en Cisjordania y Gaza debían ceder su lugar a un ejecutivo de transición no partidista encargado de organizar elecciones generales en el plazo de un año, pero las principales claúsulas quedaron en papel mojado y los plazos constantemente retrasados.