India pidió a las redes sociales de internet que supriman los mensajes provocadores y bloqueó contenidos en línea después de amenazas anónimas que han provocado el éxodo de trabajadores migrantes desde el sur al noroeste del país.

La prensa local estima que más de 35.000 personas huyeron de Bangalore y de Bombay estos últimos días a consecuencia de estas amenazas.

El éxodo empezó a raíz del envío de amenazas a teléfonos móviles y en internet que afirmaban que la población procedente de Assam (noreste) sería atacada por musulmanes al final de ramadán, en represalia por la reciente violencia interétnica que ha opuesto a dos comunidades de esa región.

Según el gobierno indio, muchos de los mensajes con amenazas se enviaron desde Pakistán, país vecino y rival de India.

El ministerio de Comunicaciones indicó que el pasado 17 de agosto envió una demanda a los portales de las redes sociales para que impidieran la publicación de contenidos provocadores aunque al parecer no tuvo ningún efecto, pues siguen apareciendo “contenidos dañinos e incendiarios”.

En un comunicado difundido el lunes por la noche, el ministerio precisó que el gobierno estaba negociando con los representantes de estos portales para frenar mensajes “odiosos” y la difusión de vídeos falsos.

“No obstante, nos esperamos mucho más (de dichos portales) y una acción más rápida para responder a un asunto tan sensible”, prosiguió.

Responsables del ministerio no han deseado citar los sitios afectados. Twitter, Google y Facebook, los más importantes, no respondieron inmediatamente.

El gobierno indicó que 245 páginas web han sido bloqueadas en los últimos días, aunque no dio más detalles.

En Assam, la violencia entre musulmanes y una tribu local, los Bodo, ya han dejado 80 muertos y provocado el desplazamiento de 400.000 personas en los últimos tres años, según las autoridades.

Las dos comunidades se disputan desde hace años la propiedad de tierras en esta región remota de India.

India suspendió temporalmente el envío de mensajes de texto conjuntos (a más de cinco personas a la vez) para tratar de frenar la propagación de amenazas y rumores.