Australia dio la bienvenida oficialmente este lunes a su equipo olímpico con un colorido desfile encabezado por un autobús rojo londinense con bailarines brasileños, a pesar de la peor actuación del país en los últimos 20 años.

Miles de personas se acercaron a la calle principal de Sídney, George Street, para ondear sus banderas y animar a los atletas mientras se abrían camino hacia el Town Hall.

“Es hermoso”, dijo la jugadora de baloncesto Lauren Jackson, que fue la abanderada de su país en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos. Su equipo consiguió una gran actuación, por la que se colgó la medalla de bronce.

“El apoyo que recibimos de la comunidad australiana es increíble y estar viviendo esta experiencia es algo muy emocionante para mí”, señaló Jackson.

Australia acabó en la décima posición en el medallero, una posición sustancialmente peor que la de los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, cuando ocupó la sexta plaza.

Por otro lado, el nadador James Magnussen, campeón del mundo de los 100 metros libres, considerado como la mayor esperanza olímpica del país en natación y que no pudo ganar el oro por una fracción de segundo, admitió que sus allegados atribuyeron el valor debido a su actuación en Londres.

“Las personas a las que les importo, como mis amigos, mi familia y el publico en general, siempre me apoyaron, son increíbles”, comentó a la cadena de televisión estadounidense ABC antes del desfile.