El gobierno ecuatoriano afirma que defiende la libertad de expresión con el otorgamiento de asilo diplomático a Assange aunque analistas destacan que le sirvió al presidente Rafael Correa para contrarrestar críticas internacionales por su enfrentamiento con grandes medios ecuatorianos.

La defensa del fundador de Wikileaks “sin dudas que de alguna manera limpia la mala imagen externa que Correa ha tenido por su conflictiva relación con medios de comunicación ecuatorianos”, dijo José Lasso, académico de la Universidad Andina, a la AFP.

“En el ámbito interno al gobierno puede darle beneficios proteger a Assange ya que aparece como un defensor de la libertad de expresión, pero internacionalmente ingresamos en un conflicto que no sabemos que consecuencias tendrá”, destacó Lasso.

Correa ha mantenido una relación de tensión permanente con medios críticos a su gobierno como los principales diarios del país, El Universo de Guayaquil y El Comercio de Quito. Este aspecto de su gestión fue largamente cuestionado por organizaciones locales e internacionales defensoras de la libre expresión.

Para Mauro Cerbino, catedrático de FLACSO, “Assange representa algo muy fuerte en la opinión pública ecuatoriana, exactamente alguien que reveló que el mundo es asimétrico”.

Para un gobierno que busca fortalecerse en una postura antiestadounidense, “esa lógica de que denunció el funcionamiento del imperio, le dio un gran argumento a Correa para defenderlo”, dijo Cerbino a la AFP.

Ecuador concedió asilo diplomático al australiano Assange, refugiado en su embajada en Londres, al considerar que su vida y su integridad corren riesgos por haber publicado cientos de miles de documentos secretos de Estados Unidos en Wikileaks, el sitio que fundó para revelar información reservada.

El presidente ecuatoriano hizo su primera referencia explícita al caso este viernes. “Assange lo que ha hecho es revelar cables secretos de embajadas de Estados Unidos que mostraron al mundo cómo nos tratan, como manipulan”, dijo Correa a una radio ecuatoriana.

“Como están planteadas las acusaciones de los Estados Unidos esto podría implicar hasta pena de muerte, y sino cadena perpetua” para Assange, agregó al argumentar por qué decidió darle asilo.

La decisión del gobierno ecuatoriano llama la atención ya que “no existía ningún interés que defender para Ecuador en la situación de un ciudadano australiano, solicitado por la justicia en Suecia y por los tribunales británicos”, opinó el diplomático y analista José Ayala Lasso.

“¿Para que lo hizo? De alguna manera se lo considera al señor Assange como un símbolo de la lucha antiimperialista”, señaló.

Algunos analistas ecuatorianos ven el ingreso de Correa en este conflicto diplomático con varios países desarrollados -Gran Bretaña, Estados Unidos y Suecia- como una oportunidad del mandatario ecuatoriano de emerger como un líder en la región y fortalecer su perfil antiestadoundiense.

“Es claro que hay un repliegue últimamente de (el presidente venezolano Hugo) Chávez, por eso Correa disfruta de mostrarse como un líder que defiende la soberanía ecuatoriana y enfrenta a Estados Unidos”, dijo a la AFP Simón Pachano, un académico y analista de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Aunque subrayó como “gran diferencia con Chávez” que el presidente ecuatoriano “no cuenta con el recurso del petróleo” que dispone el líder venezolano para sellar alianzas.

El domingo, en Guayaquil, adónde convocó a los cancilleres de la Unión de Naciones Sudamericanas para tratar sus tensiones con Gran Bretaña, podrá apreciarse el eco que encontrará Correa entre sus vecinos.

“El gobierno ecuatoriano celebró desde un primer momento las revelaciones de Wikileaks contra Estados Unidos y en su enfrentamiento con Washington consideró a Assange como un aliado por lo que prácticamente lo invitó a que se refugiara en la embajada en Londres”, dijo Pachano.

“Existieron entre Assange y Correa razones de coincidencia, de amistad” consideró José Laso. “Cuando Assange entrevistó -en abril, por videoconferencia- al presidente Correa, este le dijo `bienvenido al club de los perseguidos´, recordó.