La Brigada de Delitos Económicos de la Policía de Investigaciones detuvo en Curicó a un joven de 22 años, quien desde febrero de 2010 se encontraría involucrado en fraudes financieros. El hombre habría participado de los ilícitos, incluso, estando privado de libertad en la cárcel local donde cumplía una condena de 18 meses por el ilícito de porte y tenencia ilegal de arma de fuego.

Se trata del imputado Cristhofer Alejandro Olivares Baeza, alias “El Chicho”, cuya detención se llevó a cabo en las puertas de su residencia particular en el Barrio Aguas Negras.

De acuerdo a lo informado por el subcomisario Óscar Bustamante, dijo que se trata una persona que mantenía vigente una orden de detención por el delito de uso malicioso de tarjeta de crédito y débito. Además el detenido se encuentra en calidad de imputado en varias investigaciones que ha realizado la Bridec en la zona.

El oficial de la PDI explicó el modo en que Olivares operaba para defraudar a clientes de entidades financieras y comerciales. Detalló que el imputado generaba llamados telefónicos a sus víctimas y que, mediante engaños, conseguía información de ellos, para posteriormente utilizar aquella información para cancelar cuentas de terceros de servicios básicos a través de la página institucional de Servipag, cobrando un valor menor que el monto real de las boletas del agua, teléfono o luz.

“Esta persona, cuando cometía los delitos, se hacía pasar por funcionario del Sernac o bien por representante de entidades financieras o casas comerciales a los cuales pertenecen los titulares de las tarjetas de crédito y débito, donde les solicitaba la información a modo de verificación”, detalló el funcionario policial.

Agregó el oficial, que esta persona venía operando desde febrero de 2010 a la fecha y presenta antecedentes penales por diversos delitos como hurtos, lesiones menos graves, porte ilegal de arma de fuego y estafas reiteradas.

En las primeras indagaciones que ha realizado la policía civil se estima que alrededor de unos 80 clientes de diversas entidades como bancos y casas comerciales ya se han transformado en víctimas de este estafador curicano, cuyas cuentas fueron defraudadas en Calama, la región de O’Higgins, Curicó y Talca.