Un grupo de estudiantes de la Universidad de Chile se tomó la Casa Central, ubicada a pocos metros del palacio de La Moneda en la Alameda.

Según información confirmada por los propios participantes, el hecho se produjo aproximadamente a la media noche del viernes, la que estuvo encabezada por los alumnos del establecimiento público de educación, desestimando los primeros trascendidos que apuntaban a estudiantes secundarios como autores de la acción.

Es así como esta emblemática manifestación se suma a la serie de tomas que se han desarrollado en establecimientos secundarios de educación, los que han sido desalojados por Carabineros dejando decenas de detenidos.

Si bien no ha existido un pronunciamiento oficial respecto de las motivaciones para iniciar la ocupación del edificio, la tónica se ha relacionado al rechazo de la denominada “Ley Hinzpeter”, la Reforma Tributaria, solicitud de terminar con la administración municipal de la educación primaria y secundaria, la gratuidad de la educación, entre otras peticiones.

Actualizado 1:40 horas

Comunicado Toma Casa Central 2012
Carta a la comunidad

Amigos, compañeros y hermanos, académicos, funcionarios, autoridades, sociedad en general:

Hoy pasamos por una delicada situación en el contexto de nuestra movilización estudiantil, pues vivimos un momento en que la intensidad de la misma ha bajado y, como consecuencia, el fondo de nuestra lucha se ha tergiversado.

El gobierno ha aprovechado nuestra indiferencia para tomar la ofensiva, y convertir los temas que instalamos a favor de la educación pública en un debate sobre la violencia. Este cambio de foco, mero volador de luces, es nocivo para toda la sociedad. Nosotros como universitarios les estamos dando vuelta la espalda a nuestros compañeros secundarios, quienes han aguantado firmes en su posición pero en solitario, siendo que nosotros mismos fuimos grandes precursores de la movilización estudiantil del año pasado. Es por esto que hoy nos hemos vuelto a movilizar, pues ya tenemos suficiente de esta situación. No podemos quedarnos sentados, cruzados de brazos mientras un sinfín de atrocidades ocurre frente a nuestros ojos.

Mientras dormimos cómodos en nuestras casas, los secundarios se toman y retoman sus liceos, y son violentamente desalojados y detenidos. Mientras cómodamente asistimos a clases, y simulamos que nada ocurre, afuera de nuestras facultades el mundo es totalmente distinto. Cómo las leyes policiales que criminalizan la movilización social, o la reforma tributaria de medio pelo, que de aprobarse terminará por matar la poca educación pública que queda, y nosotros no queremos prestar atención a aquello que supuestamente no nos afecta. Ya basta de abusos, ahora es nuestro tiempo, y debemos hacernos escuchar.

El objetivo de esta movilización es entonces volver a articularnos, y lo hacemos acá, a pocos metros del núcleo donde se dirige el país, dando la cara a la moneda, club de la unión y bolsa de comercio, mostrándoles que somos capaces de aguantar frente a frente, abriendo un valioso espacio a la ciudadanía para que se exprese sin miedo a que se les sindique de criminales.

Exigimos que se vuelva a dar importancia al debate a favor de la educación pública, gratuita y de calidad, y que se deje de desviar la atención hacia asuntos cosméticos. Que se quemen buses o se armen barricadas no es en ningún caso es problema de fondo, y esperamos que la prensa deje de hacerse parte en eso inventando agresiones o delitos inexistentes.

También queremos que el edificio que hoy ocupamos nos sirva para fortalecer los lazos entre los estudiantes y, entre el pueblo entero. Es tiempo de comenzar a creerles más a nuestras familias, hijos, amigos, y vecinos, dejando de dedicar tantas horas a los noticieros que sólo juegan a dividirnos como sociedad.
Por último hacemos extensiva la invitación a toda la universidad a participar de la toma, la cual abre sus puertas a todo aquel que quiera ser un aporte en la lucha que hoy damos por la transformación social.

Esperamos que nuestros espacios reflexionen sobre el movimiento y como consecuencia validen la ocupación y que participen de la misma, manteniéndola todo lo que sea necesario hasta alcanzar nuestros objetivos.

Así como llamamos al resto de las universidades y los actores sociales a que se sumen a la lucha, y todos nos movilicemos unidos por el bien del país.