El Ministro de Economía, Pablo Longueira, afirmó que ve con preocupación los efectos que pudiese generar la sequía en Estados Unidos en el precio de los alimentos. En este sentido, afirmó que el Gobierno ha analizado esta situación y si es que se evidencian impactos muy fuertes en la economía nacional producto de este fenómeno, el Ejecutivo ya cuenta con un plan de contingencia.

El titular de Economía, además, afirmó que la crisis alimentaria aún no se ha manifestado, pero el Gobierno cuenta con un operativo para ello con la intención de proteger el empleo y el bolsillo de todos los chilenos.

El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, manifestó su confianza en el rol del mercado ante un alza de precios. A juicio de Larraín, el mercado está suficientemente atomizado, con muchos productores y oferentes, lo que debería generar un ambiente de competencia y no una situación especulativa.

Además, el secretario de Estado valoró el rol de los consumidores para impedir el alza de precios, por lo que llamó a comparar antes de comprar.

Las opiniones de los ministros se producen en medio de un complejo escenario internacional. Desde la Unión Europea y la ONU recomendaron a Estados Unidos garantizar que los biocombustibles no entren en conflicto con la producción de alimentos.

En tanto, la multinacional Nestlé, vaticinó una crisis alimentaria peor que la de 2008.