El ciclista Alberto Contador, una vez cumplida su sanción por dopaje, y el británico Chris Froome, segundo en el pasado Tour tras su compatriota Bradley Wiggins, serán los principales favoritos al triunfo final de la Vuelta a España que comenzará el sábado en Pamplona.

A diferencia del último Tour de Francia, que muchos calificaron de escaso interés por su recorrido excesivamente plano y un exceso de kilómetros contrarreloj, la Vuelta se presenta con un trazado muy sinuoso, con 10 finales de etapa en alto y con apenas 40 km de contrarreloj individual y 16,5 por equipos.

El gran favorito para el triunfo final será Alberto Contador (Saxo Bank), vencedor de dos Tours, un Giro y una Vuelta, la del 2008, en la única participación hasta ahora del ciclista en la ronda española.

La gran incógnita será conocer el estado de forma del corredor de 29 años, después de que a principios de este mes acabase de cumplir la sanción de dos años por dopaje.

“Estos meses de suspensión han sido muy largos y hubo días en los que no siempre tenía ganas de salir a entrenar. Pero el apoyo de la gente me ha ayudado”, dijo recientemente.

Tras su regreso a la competición, el 6 de agosto, sólo ha participado en una carrera, al Eneco Tour, en la que acabó cuarto, pero el trazado llano de esta prueba belga no sirve para conocer el estado de forma exacto en el que se presenta el corredor de Pinto.

El otro máximo favorito será Chris Froome. El británico, nacido en Kenia, tendrá a su disposición el mejor equipo del mundo, el SKY para tratar de repetir la actuación del pasado Tour de Francia, donde Froome fue segundo, sólo superado por su líder Bradley Wiggins.

El ciclista del SKY ya había demostrado en la Vuelta de 2011 que puede ser un corredor idóneo para las grandes vueltas en los próximos años, al ganar una etapa de montaña y acabar segundo en la clasificación general, a sólo 13 segundos del español Juan José Cobo.

El sorprendente vencedor del pasado año, ahora en el Movistar, deberá demostrar que su triunfo en 2011 no fue casual y que es un ciclista para optar a grandes vueltas.

Otros corredores que podrían tener sus opciones son los locales Joaquim “Purito” Rodríguez e Igor Anton, así como los belgas Jurgen van den Broeck y Thomas de Gendt, el holandés Robert Gesink, el italiano Damiano Cunego o el checo Roman Kreuziger.

La Vuelta a España comenzará el sábado en Pamplona, la tierra de Miguel Induráin, con una contrarreloj por equipos de 16,5 km, y tendrá un total de 21 etapas y 3.360 km de recorrido, exclusivamente por la zona norte de España.

En esta Vuelta predestinada a los grandes escaladores (se subirán un total de 36 puertos), la alta montaña comenzará ya desde la cuarta etapa que acabará en la estación de Valdezcaray. Incluso en la etapa anterior, la que acabará en Eibar, deberá subirse el puerto de Arrate a escasos kilómetros de la meta, por lo que deberían empezar ahí a marcarse diferencias.

La octava etapa llegará a la Collada de la Gallina en Andorra y cuatro días después (el 29 de agosto) se disputará la única contrarreloj individual de la prueba: 36,4 km entre Cambados y Pontevedra.

Todo ello antes de afrontar las tres etapas que se presagian como decisivas: la 14, 15 y 16 (del 1 al 3 de septiembre) que acabarán, por este orden, en el Puerto de Ancares, en los míticos Lagos de Covadonga, y en el temible Cuitu Negru, tras casi 20 km de dura ascensión (a una media próxima al 7% de desnivel).

Por si para entonces no queda definida la carrera, aún quedará la penúltima etapa, que acabará en la Bola del Mundo, un puerto algo más corto (poco más de 11 km), pero igualmente duro (con un promedio de ascensión del 8,6%), antes de llegar a Madrid, el 9 de septiembre, para coronar al vencedor de la prueba en el Paseo de la Castellana, como ha sido tradición en los últimos años.