Ecuador denunció el miércoles que las autoridades británicas le amenazaron con asaltar la sede de su embajada en Londres, donde se encuentra refugiado el fundador de Wikileaks, Julian Assange, y sobre cuyo pedido de asilo el gobierno hará un anuncio en la mañana del jueves en Quito.

“Hoy (miércoles) hemos recibido por parte del Reino Unido la amenaza expresa y por escrito de que podría asaltar nuestra embajada en Londres si el Ecuador no entrega a Julian Assange”, dijo el canciller Ricardo Patiño en una rueda de prensa.

“Ecuador rechaza en los términos más enérgicos la amenaza explícita de la comunicación oficial británica” entregada a su cancillería en Quito, añadió.

El canciller indicó también que este jueves a las 08.00 horas de Chile se anunciará en la sede de la cancillería la decisión que ya se ha tomado sobre el pedido de asilo político de Assange.

El Foreign Office por su parte afirmó en Londres que “Gran Bretaña tiene una obligación legal de extraditar a Assange a Suecia para que responda a los cargos de agresión sexual y estamos decididos a cumplir esa obligación”.

En su cuenta Twitter, Patiño aseveró también que “se ha aumentado inexplicablemente presencia de policia británica alrededor de embajada ecuatoriana en Londres”.

En una declaración postrior, el Foreign Office se dijo dispuesto a encontrar una solución “mutamente aceptable”, aunque insistió en que hará todo lo posible para extraditar a Assange.

“Hemos llamado la atención de Ecuador sobre las disposiciones de nuestra legislación, entre éstas la extensión de las garantías sobre derechos humanos en nuestros procesos de extradición y el estatus legal de las sedes diplomáticas”, señaló el texto, en alusión a una ley de 1987 que permite en ciertas condiciones levantarles la inmunidad.

Ecuador considera que “la posición que ha asumido el gobierno de Gran Bretaña es inadmisible, tanto desde el punto de vista político como del jurídico”, dijo Patiño, al advertir que “el ingreso no autorizado a la embajada de Ecuador sería una violación flagrante de la Convencion de Viena”.

Antes de la rueda de prensa, Patiño sotuvo una reunión con el presidente Rafael Correa, en la que le presentó un informe sobre la solicitud de asilo.

El fundador de Wikileaks, de nacionalidad australiana, se refugió en la embajada ecuatoriana de Londres el pasado 19 de junio para evitar ser extraditado a Suecia, donde la justicia le requiere por cargos de abuso sexual y violación.

Assange sostiene que Suecia podría ser una etapa previa para su entrega a Estados Unidos, donde se le investiga por presunto espionaje tras la difusión en su portal de cables confidenciales del Departamento de Estado y documentos sobre las guerras en Irak y Afganistán, por lo que teme ser condenado a muerte.

Ecuador “solicitará inmediatamente la convocatoria de un consejo de ministros de relaciones exteriores de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y pedirá al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, la convocatoria a una sesión extraordinaria (de ese organismo) ante una amenaza a un Estado americano”, señaló también el canciller.

En tanto, el portal Wikileaks llamó a manifestarse ante la sede de la embajada ecuatoriana en Londres.

Assange fue detenido en Londres en diciembre de 2010 en virtud de una orden de arresto europea emitida por la fiscalía sueca.

El presidente Correa dijo el lunes que ante el pedido de Assange “actuaremos en estricto apego a los principios del Ecuador y respetando siempre a los países amigos, pero obviamente también respetando los derechos de la persona que ha pedido el asilo al Ecuador”, enfatizó.

En las semanas recientes, la madre del fundador de Wikileaks, Christine Assange, estuvo de visita en Ecuador donde se reunió con Correa y se encontró también con el jurista español Baltasar Garzón, quien dirige la defensa de su hijo.

Garzón había expresado en Quito que Assange está indefenso por la falta de información de Estados Unidos sobre los cargos que le imputa.