La policía sudafricana desplegó el martes un enorme dispositivo de seguridad alrededor de la mina de platino de Marikana, en el centro del país, después de los violentos enfrentamientos entre sindicatos de mineros que causaron nueve muertos desde el domingo, informó la prensa local.

El jefe de la policía sudafricana, Riah Phiyega, pasó toda la noche del lunes en la zona para mantener reuniones con la dirección de la mina, explotada por la empresa Lonmin (tercer mayor productor mundial de platino), dijo el portavoz de la policía nacional, Dennis Adriao.

El martes en la mañana, agentes fuertemente armados y helicópteros pasaron a controlar toda la zona, situada en Rustenburg, a unos 100 kilómetros al oeste de Johannesburgo. De acuerdo a fuentes policiales, la calma habría sido restablecida ya en la tarde del lunes.

La violencia estalló durante el fin de semana entre partidarios del poderoso sindicato NUM (Sindicato Nacional de Mineros) y los seguidores del más modesto AMCU (Sindicato de la Asociación de Mineros y Obreros de la Construcción).

En total, nueve trabajadores murieron en los choques, de acuerdo con Adriao. Esa lista incluye a tres hombres que resultaron muertos a balazos y dos policías que fueron linchados por la multitud.

Versiones en la prensa sudafricana indican que este tipo de choques se tornó común en las minas del país durante los llamados a huelga para obtener mejoras salariales, enfrentando a gremios que apoyan o se oponen a las medidas de fuerza.

En febrero de este año dos trabajadores ya habían resultado muertos en una mina de platino administrada por la empresa Impala Platinium durante una huelga.

La minería es la principal fuente de empleo privado en Sudáfrica, y los sindicatos son sumamente poderosos.