Un borrador de la Estrategia de Seguridad y Defensa habría sido lo que recibieron las cancillerías en junio, cuando el Gobierno anunció “la primera” estrategia, como si antes, en la historia de Chile se hubiese improvisado.

Este “antes y después” pretendido por el Gobierno trae consigo un bochorno de alcance internacional, grave, por la falta de seriedad que además es presentado con el espectáculo acostumbrado de los actos oficiales.

Además, es necesario ahora poner atención al documento en sí, donde se contempla la intervención de las Fuerzas Armadas en conflictos internos.

El comentario es de Nibaldo Mosciatti:

http://youtu.be/dJKt2p-1aVs