Las autoridades aéreas españolas abrieron una investigación a la aerolínea de bajo coste irlandesa Ryanair después de que en julio ésta solicitase el aterrizaje de urgencia de tres de sus aviones por escasez de carburante, informaron este martes.

“La agencia estatal de seguridad aérea abrió el jueves una investigación a Ryanair a raíz de una denuncia de AENA”, empresa que gestiona los aeropuertos españoles, informó a la AFP una fuente del ministerio de Fomento.

Los hechos tuvieron lugar “el 26 de julio en Valencia donde tres aeronaves de la compañía Ryanair declararon emergencia por falta de combustible”, precisó.

Debido al mal tiempo en el aeropuerto de Madrid, los aviones habían sido desviados a Valencia donde tuvieron que esperar en vuelo la autorización para aterrizar.

Los pilotos de Ryanair alertaron que disponían de poco combustible, logrando así aterrizar de forma prioritaria.

“No fueron aterrizajes de emergencia, fueron aterrizajes normales”, declaró a la AFP un portavoz de la aerolínea en Madrid.

“Se pidió eso sí adelantarlos porque estaban algo escasos de combustible aunque todavía tenían para más de 30 minutos cada uno de los aviones”, agregó.

Ryanair afirmó en un comunicado que antes de solicitar “aterrizar de manera inmediata” sus aparatos sobrevolaron Valencia “por espacio de 50, 68 y 69 minutos respectivamente”.

“Todos los vuelos de Ryanair operan con los niveles de combustible exigidos”, aseguró. “Esto incluye el combustible necesario durante el rodaje en pista, ruta, devíos y el combustible en caso de imprevistos”, precisó.

Según la prensa, un plan de eficiencia presupuestaria de la aerolínea irlandesa estipula la cantidad de carburante que deben cargar los aparatos, obligando a los pilotos a repostar el mínimo necesario y justificar por escrito todo exceso.

La asociación de consumidores CEACCU presentó el martes una denuncia contra Ryanair ante la dirección general de aviación civil por considerar que la política de carburante de Ryanair provoca “una situación de severo riesgo para la seguridad de los pasajeros”.

CEACCU pide que la aerolínea sea multada por 4,5 millones de euros y su licencia de explotación sea suspendida durante tres años.