El gobierno de Estados Unidos dijo este lunes que no descarta ninguna opción para la salida del presidente sirio, Bashar al Asad, en medio de especulaciones acerca del establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre Siria.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, fue interrogado acerca de comentarios que efectuó en Turquía la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que desataron una nueva serie de preguntas sobre un posible papel más intenso de Occidente en el conflicto sirio.

“El presidente (Barack Obama) y su equipo no han descartado ninguna opción mientras tratamos, con todos nuestros socios y el pueblo sirio, de lograr la transición política que tan desesperadamente se necesita en Siria”, dijo.

Sin embargo, Carney no hizo ninguna referencia explícitas a una zona de exclusión aérea e insistió en que la actual estrategia estadounidense, de ayudar a los rebeldes con suministros no militares y con sanciones al régimen, estaba ejerciendo presión sobre Asad.

“Analizamos todas las opciones (pero por ahora) seguimos actuando de la misma manera”, dijo.

Clinton fue interrogada el domingo en Turquía, tras mantener conversaciones con su homólogo turco, Ahmet Davutoglu, sobre si los planes operativos diseñados por Washington y sus aliados incluían una posible zona de exclusión aérea para proteger a los civiles sirios.

“Los temas que plantea en su pregunta son exactamente las que el ministro (Davutoglu) y yo coincidimos en que necesitan un análisis profundo”, respondió.

“Todas las posibles acciones son un asunto a tratar, pero usted no puede tomar decisiones razonables sin hacer un análisis profundo y sin un plan operativo”, agregó.