El movimiento contestatario marroquí del 20 de febrero, que convocó manifestaciones a escala nacional la noche del sábado junto con un sindicato de funcionarios y de organizaciones de derechos humanos, fracasó en su intento y fueron pocos los simpatizantes que bajaron a la calle, constató la AFP.

Menos de mil personas se manifestaron en Casablanca, la capital económica y ciudad más grande del país, y en Rabat, la capital, no llegaron a trescientos.

El llamamiento a manifestarse por la noche, después del ayuno del Ramadán , fue lanzado por el Movimiento del 20 de febrero y un colectivo de asociaciones de derechos humanos para protestar sobre todo “contra la carestía de la vida, la subida de precios, la detenciones y la represión de los movimientos reivindicativos”.

Unos militantes corearon lemas a favor de la erradicación de la corrupción y pidiendo la puesta en libertad de militantes del Movimiento del 20 de Febrero detenidos. En Casablanca, un grupo de jóvenes contramanifestantes recorrieron las calles gritando “Dios, Patria, Rey”.

El Movimiento del 20 de Febrero, nacido el año pasado durante la Primavera Árabe, milita en pro de reformas políticas y sociales, incluyendo la instauración de una monarquía parlamentaria.

Algunos de sus militantes fueron detenidos y condenados en los últimos meses a penas severas de cárcel por participar en manifestaciones, no autorizadas según las autoridades.

El Movimiento del 20 de Febrero ha perdido fuerza, sobre todo con la designación de un nuevo Gobierno en enero pasado, dirigido por el islamista Abdellilah Benkirane, con un programa reformista que no acaba de concretarse, en opinión de buena parte de la opinión pública.

Este movimiento poco estructurado sufrió un primer revés con la baja en diciembre de una importante asociación islámica radical.