La Guardia Civil expulsó este viernes a los militantes de izquierda que ocupaban una gran propiedad en el sur de España, algunos de los cuales ya habían sido noticia el miércoles al asaltar supermercados para llevarse alimentos y así denunciar desigualdades sociales.

Los militantes expulsados se reunieron luego fuera de la finca de 1.200 hectáreas, Las Turquillas, con una pancarta que rezaba: “Las Turquillas para los trabajadores”.

Otros agitaban banderas andaluces, verdiblancas, u otra proclamando “Andaluces, levantaos”.

El operativo policial, que tuvo lugar pacíficamente, comenzó al alba en esta gran extensión perteneciente al ministerio de Defensa, para desalojar “40 a 50 personas”, según la Guardia civil, que participaban en el campamento. Una persona resultó detenida.

Desde hace 18 días, la finca estaba ocupada por militantes del Sindicato Andaluz de los Trabajadores (SAT), que reclamaban una mejor repartición de la riqueza en Andalucía, una región donde los sindicatos son poderosos y donde tradicionalmente subsisten grandes terratenientes.

El miércoles, encabezados por un edil local de izquierda, José Manuel Sanchez Gordillo, diputado del pequeño partido Izquierda Unida en el parlamento andaluz, militantes del SAT realizaron un asalto en supermercados de la región, llevandose carritos cargados de alimentos para distribuirlos entre asociaciones caritativas.

La acción, condenada por los grandes partidos políticos, causó un escándalo en España: puestos ante las cámaras de televisión, la acción se convirtió en el símbolo de un descontento social que aumenta ante la austeridad impuesta por el gobierno.

Las consecuencias de la crisis son particularmente severas en Andalucía, región donde el 33,92% de su población activa está en el desempleo, un récord nacional.

El ministerio del Interior emitió una orden de detención contra los autores del robo, algunos de los cuales también participaron en la ocupación de Las Turquillas.

Cinco de ellos están detenidos desde el miécoles, señaló un comunicado policial.

Los dos primeros, detenidos el miércoles, fueron puestos en libertad el jueves tras su inculpación por robo. Otro fue detenido el viernes en el campamento y otros dos la víspera en los alrededores.