El miércoles Everton de Inglaterra derrotó por 3-1 al AEK de Atenas en partido preparatorio con miras a la temporada 2012-2013 del fútbol europeo.

Hasta ahí, es una nota común del verano del Viejo Continente, más aún teniendo en cuenta que el encuentro es el “testimonial match” -partido homenaje- de Tony Hibbert, costumbre que se realiza en Inglaterra cuando un jugador cumple diez años visitendo la camiseta del mismo club.

Pero además, la carrera del defensor tiene un gran dato al margen: en 308 partidos, nunca había anotado un gol. Lo que provocó la ansiedad, mezclada con ingenio de la hinchada evertoniana: “Si Hibbert marca, nosotros hacemos un disturbio” se comenzó a leer en pancartas de los seguidores en los partidos como dueño de casa.

Frase que se hizo realidad en el minuto 52, cuando Hibbert clavó un tiro libre en la portería griega. Tímidamente los fanáticos ingresaron al terreno de juego para festejar al goleador, sorprendiendo a propios y extraños.

“Es como un cuento de hadas”, le dijo a la BBC Radio Merseyside tras el partido. “Todos los hinchas me preguntaban si iba a anotar, le pegué bien y fue adentro”, agregó.Por su parte David Moyes, histórico entrenador del club, dijo: “Fue un gol genuino. He estado poniendo al hombre equivocado a patear tiros libres por mucho tiempo”. Nada menos que diez años: Moyes está en el cargo desde el año 2002.

Observa lo ocurrido en Inglaterra: