Los Juegos de Londres tendrán “más estilo que nunca”, predijo el diseñador Giorgio Armani, creador de los uniformes del equipo italiano, pero en los estadios y en los podios la elegancia convive con el mal gusto e incluso con el ridículo, según los comentaristas.

La ceremonia de inauguración fue un festival de trajes y colores, como el verde y amarillo vivo del equipo jamaicano, vestido por Cedella Marley, hija de Bob Marley.

Mención especial mereció en la prensa el equipo de la República Checa, calzado con “las botas de agua azules más horribles de la humanidad”, según escribió la cronista de moda Carolyn Asome en el diario The Times.

“De acuerdo, todo el mundo esperaba un verdadero diluvio inglés”, admitió, antes de agregar que al menos habrían podio optar por unas ‘wellies’ más estilosas como las de la marca británicas “Hunter”.

La palma de la autenticidad se la llevaron los mexicanos, cuyos coloridos ponchos están “totalmente en fase con la tendencia del próximo otoño”, precisó la experta.

Los atletas españoles fueron los primeros en criticar las equipaciones rojo y oro suministradas -gratuitamente- por la empresa rusa Bosco, que en estos Juegos de Londres viste también a rusos y ucranianos.

“Son muy feas. No tienen una estética nada latina, parecen más bien de un país del Este”, lanzó a través de Twitter el campeón de Pekín 2008 Saúl Craviotto, con una foto para demostrarlo.

La delegación estadounidense, vestida como en Pekín y Vancouver por el diseñador Ralph Lauren, lució una boina que hubiera convenido más a la delegación francesa, a pesar de que llevaba la insignia olímpica y las barras y estrellas.

Muy patriótica, salvo que los uniformes están fabricados en China, lo cual suscitó polémica en pleno año electoral en Estados Unidos.

En cuanto a los británicos, la equipación creada por Stella McCartney recibió “la medalla de oro del riesgo” de la prestigiosa web de moda “L’Officiel” por su reinterpretación de la bandera británica.

La diseñadora, “visiblemente guardó el blanco y el azul como colores dominantes, y minimizó la presencia del rojo, aplicándolo sólo a los zapatillas y en los cuellos”, observó.

El resultado es sobrio, y los atletas británicos, que encadenan las medallas, no desaprovechan una oportunidad para envolverse en una verdadera Union Jack.

En cuanto a los franceses, Hermès talló especialmente para los jinetes una chaqueta azul con cuello rojo “en tela técnica, ligera y extensible” para permitir “una excelente facilidad de movimientos”.

Pero el hábito no hace la medalla, porque en el podio los más vistos fueron los británicos, campeones tanto en doma como en salto de obstáculos por equipos.

La ropa responde ahora también a necesidades técnicas y de patrocinio.

A los espectadores no les habrán pasado desapercibidos el número de corredores calzados con zapatillas de color amarillo fluorescente en la pista de atletismo, fruto de la guerra que libran las casas Nike y Adidas.

En busca de nuevos récords, los atletas apuestan por uniformes super técnicos que están a años luz de las camisas y pantalones a media pierna que llevaban sus predecesores en Atenas 1896, los primeros Juegos de la era moderna.

Los tejidos sintéticos y la búsqueda de aerodinamismo se impone a partir de los años 1970, y los pantalones de acortan de una edición a otra.

Estados Unidos utiliza tecnologías de la industria espacial, con tejidos concebidos para reflejar los rayos de sol y absorber el sudor.

Los ordenadores entran en juego en los años 80 para estudiar los efectos del viento y de la resistencia en los tejidos, tecnologías que hoy utilizan todos los equipos.

El diseño recurre también a otro registro, y la palma se la llevan posiblemente este años los bañadores “piraña” del dúo español de sincronizada, sin duda destinado a impresionar a sus rivales…. con éxito a juzgar por su medalla de plata.