Los representantes de 29 países, entre ellos cuatro latinoamericanos, llamaron a un “diálogo nacional” entre la oposición y el gobierno sirio al terminar en Teherán una conferencia especial sobre Siria organizada por Irán, principal aliado regional de Damasco.

El jefe de la diplomacia iraní, Alí Akbar Salehi, que presidió esta conferencia “consultiva” con representantes de Rusia o China así como Venezuela o Cuba, afirmó que “buena parte de la oposición siria había aceptado participar en un diálogo con el gobierno sirio en Teherán sin condiciones previas”.

Salehi aseguró que Irán, fiel aliado al régimen de Bashar al Asad, estaba en contacto con grupos de la oposición en el interior de Siria y de ciertos grupos establecidos en el extranjero, sin nombrarlos.

El ministro sirio para la Reconciliación Nacional, Alí Heydar, debe efectuar “pronto” una visita a Teherán para evocar el tema, según el ministro iraní.

“Queremos que ellos (los opositores) se sienten con el gobierno sirio y cooperen con él para instaurar reformas”, dijo sin evocar la partida del presidente sirio reclamada por los rebeldes.

Según Salehi, los participantes de la conferencia de Teherán expresaron su “profunda inquietud sobre la continuidad de la violencia”, y llamó a un diálogo nacional.

“Es un error creer que presionando (al régimen sirio) va a cambiar”, dijo criticando la política de Estados Unidos, de Arabia Saudita, de Catar y de Turquía.

Irán acusa a esos países, excluídos de esta conferencia, de suministrar armas a los rebeldes sirios que intentan derrocar el régimen del presidente Asad.

La embajadora estadounidense en la ONU, Susan Rice, denunció el jueves el “papel nefario” de Irán en la crisis siria y denunció el “eje de resistencia” formado por Irán, el partido libanés Hezbolá y Siria.

En ocasión de una visita esta semana en Damasco, Said Jalili, representante del guía supremo, el ayatolá Alí Jamenei, había afirmado que “Irán no permitirá jamás que se quiebre el eje de la resistencia del cual Siria es un pilar fundamental”.

Tres ministros y siete viceministros estaban presentes en la reunión de Teherán mientras que los otros países representados enviaron embajadores.

Rusia y China, dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU que bloqueraon todas las resoluciones sobre Siria, estaban presentes en el encuentro. También participaron siete países árabes: Argelia, Irak, Jordania, Mauritania, Omán, Sudán y Túnez. Kuwait y El Líbano rechazaron la invitación. De la región latinoamericana estaban representados, además de Cuba y Venezuela, Ecuador y Nicaragua.

Los otros países con representantes fueron Pakistán, Zimbabue, Afganistán, Armenia, Benín, Bielorrusia, Georgia, India, Indonesia, Kazajistán, Kiguistán, Maldivas, Sri Lanka, Tayikistán y Turkmenistán. También estaba presente un representante de la ONU.

Salehi criticó la política de los países occidentales que, según él, favorecen “el desarrollo del extremismo” y de grupos relacionados a Al Qaida.

“Si continúan esta política, un futuro sombrío espera a todo el mundo”, dijo comparando Siria con Afganistán en donde la política occidental favoreció, según él, los grupos extremistas.

Siria está en crisis desde marzo de 2011 cuando comenzaron las protestas contra el régimen que se fueron militarizando con el paso del tiempo y a medida que la represión aumentó. En casi 17 meses según una organización no gubernamental siria opositora al régimen murieron 21.000 personas.