El Olimpia de Paraguay se clasificó la noche del martes para la segunda fase de la Copa Sudamericana-2012, tras vencer en un dramático partido al Danubio de Uruguay por 2-1 en el estadio Manuel Ferreira de Asunción ante unos diez mil espectadores.

El delantero argentino Leonardo Carboni, inauguró el marcador a los 22 minutos, de impecable cabezazo para Danubio. Pero Olimpia dio vuelta el tanteador con tantos de Eduardo Aranda y el uruguayo Juan Salgueiro, a los 41 y 45 minutos, respectivamente.

Carboni convirtió tras un centro desde la izquierda de su compañero Germán de los Santos y enmudeció a los diez mil espectadores que se hicieron presentes en el estadio del Olimpia.

El entrenador uruguayo de Olimpia, Gregorio Pérez, alarmado por el resultado adverso, llamó inmediatamente a su nuevo delantero, el también uruguayo Juan Salgueiro y sacrificó a su volante Pablo Caballero. El atacante cambió totalmente la fisonomía del partido.

Los locales emparejaron las acciones a los 41 minutos cuando el delantero Néstor Bareiro combinó desde la izquierda para el volante Aranda, quien ingresaba por el medio.

Aranda remató de media distancia y la pelota se desvió en el defensa uruguayo Gabriel de León. La trayectoria de la pelota engañó totalmente al portero y capitán del juvenil equipo de Danubio, Mauro Goicoechea, para incrustarse en su palo derecho.

Cuatro minutos más tarde, cuando expiraba el primer tiempo, tras un córner ejecutado por él mismo desde la izquierda, Salgueiro tomó el rebote y sacó un violento disparo que de nuevo se desvió en De León para introducirse caprichosamente en el arco charrúa, lejos de Goicoechea.

Los siguientes 45 minutos fueron de pura tensión, con un cuadro uruguayo ambicioso que no cejó nunca en su búsqueda de la paridad.

Sin embargo, un duro golpe sufrió Danubio a los 79 minutos cuando el árbitro argentino Diego Abal mostró la tarjeta roja a uno de sus mejores hombres, Angel Cayetano.

Este cometió una falta descalificadora contra el defensa Enrique Meza quien debió abandonar el campo de juego con esguince de tobillo, producto de la acción.

Con esta expulsión se acabó la iniciativa charrúa, si bien sus delanteros se empeñaron en buscar la igualdad y en el segundo minuto de descuento, el portero de Olimpia, el uruguayo Martín Silva, sacó en forma providencial un disparo a quemarropa del atacante argentino Carboni.

Para entonces, los locales se habían replegado masivamente para conservar el resultado y los uruguayos realizaron denodados esfuerzos para lograr un empate que nunca llegó y permitió al Olimpia clasificar a la segunda ronda de la Sudamericana.