Más de 650.000 personas ya tuvieron que desplazarse o se vieron severamente afectadas en dos estados de Sudán afectados por una rebelión armada, indicó la ONU, aunque expresó la confianza de que un reciente acuerdo pueda facilitar el acceso humanitario.

Según la ONU, la situación humanitaria en los estados de Kordofán del Sur y Nilo Azul, en el sur del país y en la frontera con Sudán del Sur, se deteriora después de varios meses de conflicto.

Los combates enfrentan al ejército sudanés y a grupos rebeldes que se aliaron a las fuerzas del sur de Sudán en la guerra civil (1983-2005) que condujo a la división del país en Sudán y Sudán del Sur en julio de 2011.

Hasta ahora el gobierno de Jartum alega razones de seguridad para restringir el acceso de la ayuda internacional a las zonas de conflicto.

El domingo, Sudán firmó un protocolo junto a la ONU, la Unión Africana y la Liga Árabe para permitir el acceso de ayuda humanitaria a los dos estados en conflicto, incluyendo sectores controlados por los rebeldes.

“Hemos demorado 14 meses para llegar a este acuerdo”, dijo Mark Cutts, director local de la oficina de la ONU para asuntos humanitarios, después de una reunión con diplomáticos y de las agencias de ayuda.

“Saludamos la firma de ese protocolo por parte del gobierno”, dijo, pero añadió que esperaba “mayores progresos” en los días o semanas próximas, en lo que se refiere a la ayuda ofrecida a los civiles en las zonas de conflicto”.

Cutts estimó que el número de personas desplazadas o severamente afectadas en Nilo Azul llegue a 145.000 personas, y en Kordofán del Sur a 520.000 personas.