Según una investigación de la Universidad de Bristol, Inglaterra, los juegos al aire libre no sólo proveen vitamina D, sino que también podrían proteger la visión de los niños.

El estudio indica que existiría una relación entre los juegos en el exterior y el riesgo de miopía, que es un trastorno que impide ver claramente los objetos lejanos.

The Huffington Post señaló que independientemente de la cantidad de ejercicio físico que los menores realicen, si juegan bastante al aire libre su riesgo de sufrir miopía en la adolescencia se reduciría a la mitad.

Asimismo, los expertos destacaron que este efecto se mantendría sin importar cuánto lean los infantes o si sus padres son cortos de vista, factores que muchos progenitores creen que son peligrosos para los ojos.

Cathy Williams, una de las investigadoras, declaró al respecto que “aún no estamos seguros de por qué estar al aire libre es bueno para los ojos de los niños, pero dados los otros beneficios para la salud que sabemos conlleva, fometaremos a los menores a pasar un tiempo placentero en el exterior”.