Las Fuerzas Armadas bolivianas “nunca más permitirán golpes de Estado, civiles-militares o de cualquier sector antidemocrático, venga de donde vengan”, dijo el martes su comandante, el general Tito Gandarillas.

En una ceremonia pública realizada en la ciudad de Trinidad (noreste) en conmemoración del día de las Fuerzas Armadas, el jefe militar expresó además su adhesión al gobierno en presencia del presidente Evo Morales, que encabezó la conmemoración.

“Con la llegada del nuevo gobierno, de nuestro gobierno”, la institución militar -impulsora de numerosos golpes de Estado y protagonista de largas dictaduras en las décadas de los 60, 70 y 80 del siglo pasado- mejoró su infraestructura, sostuvo igualmente Gandarillas.

Morales pidió de su lado “unas Fuerzas Armadas con principio anticolonialista”.

“En su formación ideológica (de los militares) se debe incorporar el anticolonialismo, y así vamos a seguir avanzando con una nueva doctrina de unas Fuerzas Armadas amadas y queridas por su pueblo, pero también temidas por el imperio”, afirmó el gobernante de tendencia izquierdista.

“Ahora las Fuerzas Armadas son queridas por el pueblo, esa política vamos a continuarla para que el imperialismo norteamericano nos tema”, agregó.

Morales expulsó a la agencia antidrogas estadounidense (DEA) en 2008, acusándola de conspirar contra su gobierno, e impuso en el ejército el eslogan de “Patria o muerte” al final de cada orden de formación.