La erupción de cenizas de un volcán que llevaba dormido más de un siglo perturbó seriamente el tráfico aéreo en Nueva Zelanda este martes y decenas de aviones se quedaron en tierra.

El Tongariro, situado en la isla del Norte, entró en erupción poco antes de la medianoche (12H00 GMT del lunes), su primera actividad significativa desde 1897, anunció la agencia sismológica neozelandesa GSN Science.

Según Defensa Civil, la erupción no provocó ríos de lava pero sí una nube de cenizas que ascendía a 6.000 metros de altitud y provocó la anulación de decenas de vuelos domésticos.

Los vuelos internaciones no resultaron afectados.