13 presuntos miembros de Al Qaeda murieron en operaciones el lunes y martes en Yemen, uno de los cuales era un artificiero y 5 eran árabes extranjeros, según una fuente oficial y responsables locales.

Este martes 3 insurgentes murieron y 2 fueron detenidos en un tiroteo contra militares y milicianos del ejército en Jaar, en el sur de Yemen, según un primer responsable local.

Un jefe de los Comités de Resistencia Popular, milicias del ejército, Abdelatif Sayed, resultó herido por estos disparos durante un allanamiento en una vivienda, agregó el responsable, Mohsen Ben Jamila.

En tanto, 2 presuntos miembros de Al Qaeda murieron en el lugar y 3 fueron capturados, uno de los cuales murió en el hospital de Jaar, precisó.

Igualmente, esta jornada otros 3 rebeldes murieron por le disparo de un misil de un avión sin piloto en la región de Qotn, en la provincia oriental de Hadramut, indicó otro responsable local.

“Pude ver 3 cuerpos carbonizados en una camioneta que fue pulverizada por el misil”, declaró este responsable que pidió anonimato.

Un alto responsable de los servicios de seguridad, citado el martes por la agencia oficial Saba, indicó por su parte que en ataques llevados a cabo el lunes en el centro del país murió un importante artificiero de Al Qaeda, el yemení Abdalá Awad al Masri, alias Abú Osama al Marabi.

Otros 6 “miembros de Al Qaeda” también murieron, un yemení, dos egipcios, un bahreiní, un saudita y un tunecino, indicó este responsable.

Una fuente tribal había dicho antes que dos personas murieron en ataques con aviones sin piloto cerca de Radah.

El lunes, Ben Jamila informó sobre el arresto de otros 4 presuntos miembros de Al Qaeda, sospechosos de estar implicados en el atentado suicida del sábado en Jaar, atribuido a Al Qaeda, en donde al menos 49 personas murieron, según un nuevo balance comunicado este martes.

Jaar y otras localidades de la provincia de Abyan, que Al Qaeda controló durante un año, fueron reconquistadas por el ejército y las milicias al cabo de un mes de ofensiva en junio, y las autoridades persiguen en la región a los rebeldes.

La red extremista había aprovechado la debilidad del poder central en la zona durante la insurrección popular en 2011 contra el ex presidente Ali Abdalá Saleh para reforzar su control del este y el sur del Yemen.