La jueza del megajuicio que enfrenta a Apple contra Samsung en una corte estadounidense reprendió al gigante surcoreano por publicar pruebas que fueron excluidas del sumario, pero rechazó la solicitud de Apple de emitir un veredicto sobre el caso.

La jueza Lucy Koh mostró su irritación por la conducta de Samsung, que divulgó en los medios de comunicación documentos que ella había decidido que no podían ser vistos por el jurado del juicio sobre violación de patentes de teléfonos inteligentes y tabletas, que comenzó el pasado lunes en un tribunal federal de San José, en California (oeste).

Koh afirma que los abogados de Samsung estaban “sobre aviso de que la posibilidad de contaminar al jurado era real” y les recriminó por “un intento deliberado de propagar evidencia que sabían había sido excluida”.

Sin embargo, rechazó la solicitud de Apple de sanciones adicionales o un veredicto a favor de la empresa de Silicon Valley.

Koh interrogó al jurado para saber si alguno había leído las informaciones de la prensa. Uno de ellos confesó que vió un titular en internet, pero afirmó no haber leído el artículo. El resto declaró no saber de la noticia.

“No dejaré que ninguna teatralidad o espectáculo secundario nos distraiga de la razón por la que estamos aquí, que es escuchar de manera justa sobre este caso”, afirmó Koh.

Apple afirmó en los documentos presentados en el juzgado que “Samsung y sus asesores han incurrido en comportamientos legales de mala fe al tratar de predisponer al jurado”, al difundir documentos que sugerían que Samsung estaba trabajando en su propio teléfono inteligente antes de que se lanzara el iPhone.

“A Samsung no se le permitió contarle al jurado toda la historia y mostrar el diseño previo al iPhone… en desarrollo en Samsung en 2006″, antes de que el famoso dispositivo de Apple, afirmó la empresa surcoreana en un comunicado.

“La evidencia excluida habría establecido más allá de toda duda que Samsung no copió el diseño del iPhone. La justicia fundamental requiere que el jurado decida sobre el caso tomando como referencia toda las pruebas”, rezaba el comunicado.

El vicepresidente mundial de marketing de Apple, Philip Schiller, afirmó en su testimonio este viernes que estaba sorprendido por la copia realizada por el gigante informático surcoreano.

Schiller afirma que Apple gastó más de 1.000 millones de dólares en publicidad y marketing de iPhones y iPads desde 2008, en una campaña que presenta el “producto como un héroe”.

Cuando Samsung sacó al mercado su línea Galaxy de telefónos inteligentes muy similares al iPhone, Schiller afirmó estar impactado por el problema que la copia le trajo a su equipo de marketing.

“Cuando alguien viene con un producto que copia el diseño y copia (nuestro) marketing, los clientes se confunden sobre qué producto es cual”, afirmó Schiller.

Y afirmó estar “incluso más impresionado” cuando Samsung lanzó su tableta Galaxy, una supuesta copia del iPad.

El jurado comenzó el martes a escuchar las alegaciones de ambas partes, en lo que promete ser el mayor juicio sobre patentes celebrado en Estados Unidos.

La estadounidense Apple reclama más de 2.500 millones de dólares a la surcoreana Samsung, acusándola de copiar sus diseños y patentes. Samsung, en tanto, acusa al fabricante del iPhone y el iPad de violar algunas de sus patentes para comunicaciones inalámbricas.

El juicio busca desentrañar estas acusaciones cruzadas.

Las dos empresas, que juntas monopolizan casi la mitad (49,5%) del mercado mundial de teléfonos inteligentes, también se enfrentan legalmente en varios países europeos y en Australia.

Mientras que los resultados en estos países han sido hasta el momento mixtos, Samsung está claramente a la defensiva en el caso estadounidense.