Al menos siete personas murieron -incluido el atacante- durante un tiroteo en un templo sij de Wisconsin informó la policía local.

El jefe de policía de Greenfield, Brad Wentlandt, dijo que las autoridades no creen que un segundo atacante se encuentre en el interior del templo sij de Oak Creek, en las afueras de Milwaukee, contrariamente a versiones de prensa en ese sentido.

“Hasta el momento no detectamos a otro atacante”, dijo Wentlandt a los periodistas, precisando que la situación es “extremadamente fluida” y que los agentes todavía buscan controlar la escena del crimen, contar las víctimas y contactar a los testigos.

Cuatro personas fueron ultimadas en el interior del templo y otras tres afuera del edificio. Wentlandt había dicho antes que un sospecho había sido “abatido” fuera del templo luego de que éste dispara a un oficial de policía.

“Un oficial llegó al lugar, se enfrentó al atacante, recibió varios disparos, respondió y abatió” al agresor, dijo Wentlandt a la prensa.

Agregó que el policía fue trasladado al hospital local y se espera que sobreviva.

Tres adultos en estado crítico también están siendo atendidos en el Froedtert Hospital, dijo un portavoz a la AFP.

“Escuchamos que la situación aún no está bajo control, de modo que estamos preparados para (recibir) más” víctimas, dijo el médico jefe del hospital, Lee Biblo, a la CNN.

En el lugar hay fuerzas de seguridad de varios organismos, incluidos miembros del FBI.

El director del templo, Satwant Kaleka, resultó herido y fue trasladado al hospital, según The Milwaukee Journal Sentinel, que sostiene que hay entre 20 y 30 víctimas en total.