Por primera vez en 80 años, Alemania concluyó el programa de ocho días de la natación olímpica sin una sola medalla, un rotundo fracaso para el equipo liderado por las estrellas, y novios, Britta Steffen y Paul Biedermann.

Hay que remontarse a Los Angeles-1932 para encontrar otros Juegos Olímpicos sin la presencia de alemanes en el podio de uno de los deportes más tradicionales.

La ex campeona olímpica Steffen estuvo a punto de evitar esta humillación el sábado en la final de los 50 metros libres, pero quedó a siete centésimas del bronce.

Steffen había ganado dos de las tres medallas de oro de Alemania en Pekín-2008 con un doblete en los 50 y 100 metros libres.

“Hemos dado un paso atrás con respecto de los otros Juegos”, dijo el ex campeón mundial, Mark Warnecke, quien describió el desempeño alemán de “lamentable”.

El equipo alemán de natación no tiene entrenador general desde que Dirk Lange fue despedido en noviembre pasado. Su sucesor tiene que ser nombrado en diciembre próximo.

La excampeona mundial Franziska van Almsick afirmó que su país necesita empezar de nuevo de cara a Rio de Janeiro-2016.

“No se trata solo del entrenador. Es un problema que hemos tenido desde hace mucho tiempo. Nuestros nadadores no son capaces de ir a todo gas dos veces por día”, señaló.

“En el pasado, uno o dos éxitos habían escondido el verdadero problema. Sería bueno que se empiece de nuevo. Debe haber cambios. Es necesario trabajar para encaminar los próximos cuatro años”, agregó.

El único otro desempeño alemán rescatable en Londres-2012 fue el de Steffen Deibler, también cuarto en los 100 metros mariposa el viernes.

Como estrellas del equipo de Alemania, Britta Steffen y su novio Paul Biedermann, recordman de los 200 y 400m estilos, han sido las grandes decepciones.

El mejor resultado de Biedermann en Londres fue un quinto puesto en la final de 200m libres el lunes pasado, ya que en los 400m libres no logró ni siquiera meterse entre los ocho mejores.

La mitad de los 27 nadadores alemanes registraron tiempos por debajo de sus mejores marcas del año.

Britta Steffen admitió que los años le están pesando, luego de terminar sexta en su semifinal de los 100 metros. Steffen tendrá 32 años para los Juegos de Rio de Janeiro.

“Los más jóvenes están llegando y no hay manera de frenarlos”, dijo, agregando que decidiría su futuro en la natación después de las vacaciones posteriores a los Juegos.

En medio de este panorama desolador, hay esperanzas para Alemania de cara a 2016.

La joven Alexandra Wenk, de 17 años, tiene potencial en mariposa y Jan-Glania Philip, de 23, alcanzó las semis de 100 y 200m espalda.

“Hubo algunos resultados que nos dan un poco de esperanza para el futuro”, concluyó en ese sentido el director de desempeño deportivo, Lutz Buschkow.