Una decisión de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA), que convirtió un revés en victoria, evitó a Estados Unidos su peor descalabro en la historia del boxeo olímpico, y le mantiene en la aspiración de ganar aunque sea una medalla para no irse en blanco por primera vez desde 1896.

Desde los primeros Juegos en Atenas, los estadounidenses han cosechado 108 medallas en el pugilismo olímpico, 48 de ellas de oro, tres más que Cuba, su perseguidor acérrimo en estas justas.

Excepto en los Juegos de Moscú-1980, a los que no asistieron por un boicot, los norteamericanos habían ganado al menos una medalla de bronce en cada cita olímpica, aunque su último oro había sido en Sídney-2004, ganado por Andre Ward.

En Londres-2012 estuvieron a punto de ver eliminados a sus 9 púgiles en las rondas preliminares, pero la AIBA revisó el video de la pelea que el indio Krishan Vikas le ganó al estadounidense Errol Spence en los pesos welter la noche del viernes , y revirtió la decisión a favor del pugil derrotado.

Vikas, medalla de bronce en el Mundial de Baku-2011, se había llevado un veredicto de 13-11 sobre Spence.

Tras una protesta formal de la delegación de Estados Unidos, los oficiales de AIBA revisaron el video y encontraron irregularidades en el trabajo del árbitro principal, por lo que decidieron aplicar el reglamento para darle el triunfo a Spence 15-13, según un comunicado este sábado del máximo organismo rector del boxeo aficionado.

Ahora Spence es el responsable de evitar el peor fracaso en la historia del boxeo amateur estadounidense, si el martes, por el pase a semifinales, logra vencer al ruso Andrey Zamkovoy, subcampeón mundial en el 2009.

Para Charles Leverette, uno de los entrenadores del pugilismo estadounidense, sus pupilos fueron objetos de más de un fallo injusto, por lo que la culpa de este descalabro ‘londinense’ la tienen los árbitros y “el absurdo sistema de puntuación que no refleja lo que realmente ocurre en el cuadrilátero”.

“Es la misma cosa en todos los Juegos. Todo el mundo puede verlo”, dijo Leverette, quien salió sumamente molesto luego de ver como las últimas dos cartas americanas, el peso mosca Rasheed Warren y el welter Errol Spence, eran eliminados el viernes en octavos de final.

“Si no limpian ésto, el boxeo va a desaparecer. Habrá una inundación y se hundirán. Lo sé. Los atletas están enfermos y cansados de estas injusticias”, añadió el preparador estadounidense.

Spence, que ya tiene ofertas para saltar al profesionalismo, advirtió que para los Juegos de Rio de Janeiro-2012 los boxeadores estadounidenses deben tener más fogueo para adaptarse al estilo amateur.

“Es algo que pensar para el futuro. Yo, por ejemplo, llegué aquí con sólo 20 peleas internacionales. No es excusa, pero eso cuenta”, añadió Spence, quien puso el dedo en una de las llagas del pugilismo norteamericano.

Los jóvenes boxeadores del Tio Sam enfrentan en Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales a púgiles que llevan hasta siete y ocho años compitiendo a nivel internacional, muchos de ellos con más de 300 peleas y amplia experiencia en las reglas del amateurismo.

El otro asunto es el enfoque de los entrenadores estadounidenses en la preparación de los púgiles aficionados.

En realidad, desde que pisan un gimnasio por primera vez, los chicos estadounidenses son entrenados pensando en brincar al profesionalismo, con tendencia a un boxeo más agresivo y poco énfasis en la defensa y los golpes rectos.

A pesar de todo lo que se ha hecho para limpiar la oscura imagen del arbitraje en el boxeo amateur, la AIBA sigue luchando contra árbitros venales y poco capacitados.

“Yo no culpo a los sistemas de puntuación ()”, dijo Abdullah. “Yo culpo a las personas que los manejan. Estoy decepcionado con algunas de las cosas que estoy viendo”.