Los combates seguían este sábado en Alepo, la capital económica de Siria, donde los insurgentes intentaron sin éxito tomar el edificio de la televisión estatal, un día después de un voto en las Naciones Unidas lamentado la impotencia de la diplomacia para detener el conflicto.

La Asamblea General de la ONU adoptó el viernes por una gran mayoría una resolución no vinculante, que lamenta la impotencia del Consejo de Seguridad sobre el conflicto en Siria, una crítica implícita a Moscú y Pekín que bloquean todos los proyectos de resolución para condenar al régimen de Bashar Al Asad.

El embajador ruso en la ONU, Vitali Churkin, cuyo país es el mayor apoyo del régimen de Damasco junto a Irán y China, aseguró por su parte que la resolución era un “apoyo flagrante” a la oposición armada.

“Detrás de una fachada de retórica humanitaria se esconde un apoyo flagrante a la oposición armada siria” por parte de países que “arman y financian” esta oposición y le proporcionan “mercenarios”, dijo el embajador, aludiendo entre otros a Arabia Saudí, instigadora de la resolución apoyada por Estados Unidos y los países europeos.

Ante el fracaso de la diplomacia, el mediador de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan, presentó su dimisión mientras que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó el conflicto de “guerra indirecta” entre países de la región que arman a los 2 bandos.

Por su parte Francia quiere aprovechar su presidencia durante el mes de agosto del Consejo de Seguridad para favorecer la ayuda humanitaria a Siria, explicó el embajador francés en la ONU, Gerard Araud, que advirtió a Moscú de la posibilidad de un “desastre final”.

Combates en Alepo y Damasco

Mientras tanto sigue la batalla que empezó hace dos semanas por el control de Alepo, una ciudad estratégica del norte del país.

El sábado los combates continuaban en los barrios de Salahedin y Seif Al Dawla, en el oeste, entre el ejército y los rebeldes, que según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) controlan la mitad de la segunda ciudad del país, situada 355 kilómetros al norte de Damasco.

Tras haberse amparado en los últimos días de varias comisarías, los rebeldes lanzaron este sábado un asalto al edificio de la televisión y pusieron explosivos a su alrededor, antes de retirarse por los bombardeos de la aviación, según el OSDH.

La agencia oficial Sana confirmó el ataque a la televisión y aseguró que “los terroristas atacaron a civiles y al edificio pero los soldados lo defendieron”.

En Damasco, la capital de Siria donde todavía hay algunos bastiones rebeldes, los insurgentes del barrio de Tardamun (sur) seguían bajo el fuego de del ejército, explicó el OSDH.

La agencia oficial siria confirmó esta información y dijo que se mataron y detuvieron a “un gran número de terroristas” en Tardamun.

Según el OSDH, el viernes murieron 84 personas, 46 de ellas civiles, en todo el país. La misma fuente indicó por otra parte que un presentador de la televisión estatal, Mohamad Al Said, secuestrado a mediados de julio en su casa de Damasco, fue ejecutado por el grupúsculo islamista Al Nosra, que reivindicó su asesinato.