Cuatro soldados y cuatro policías murieron este viernes en Irak en un atentado con bomba y un tiroteo, informaron responsables de seguridad y médicos, al día siguiente de la muerte de 33 personas en ataques dirigidos principalmente contra las fuerzas de seguridad.

Al menos 47 personas, entre ellas 34 miembros de las fuerzas de seguridad, han muerto en episodios violentos en los tres primeros días de agosto, en los que se han sucedido los ataques contra soldados, policías y milicianos anti-Al-Qaida, y sus instalaciones.

Una bomba explotó al paso de una patrulla del ejército en Dhuluiyah y mató a cuatro soldados, entre ellos un comandante, e hirió a otros cuatro, informaron un capitán del ejército y una fuente médica.

Los insurgentes atacaron una base militar cerca de Dhuluiyah el 23 de julio, matando al menos a 14 soldados e hiriendo a otros dos.

Un hombre abrió fuego contra un puesto de control de la policía en Baquba y mató a cuatro policía e hirió a dos, señalaron un comandante de la policía y el doctor Ahmed Ibrahum del Hospital General de Baquba.

La cifra oficial de muertos en ataques para el mes de julio se sitúa en 325, las más alta cifra mensual desde agosto de 2010.

Aunque los ataques han disminuido en comparación con los niveles alcanzados en 2006 y 2007, siguen siendo frecuentes en Irak. En 27 de los 31 días de julio se registraron episodios violentos.