El Tribunal de Garantía de Puente Alto determinó acoger la petición del defensor penal público Nelson Cid Castro, y decretar la libertad de Karina S.C., quien se encuentra imputada del parricidio de su marido, hecho ocurrido en octubre de 2011, en dicha comuna.

Según el defensor Nelson Cid, los argumentos expuestos fueron compartidos por la magistrada Verónica Herrera, quien revocó la prisión preventiva que la afectaba y decretó otras medidas cautelares de menor intensidad, toda vez que no hubo petición de la fiscalía en ese sentido.

En la argumentación en favor para su representada, el defensor penal público sostuvo que “se debe contextualizar el ilícito de parricidio en una historia de 18 años de violencia de género, la que no solamente fue física, sino sexual y psicológica y que no buscaba otra cosa que dominar a Karina, subyugándola en su calidad de mujer y de cumplimento de los roles asignados, mediante golpizas reiteradas”.

Según el abogado, se logró incorporar el tema de género en este caso, acreditándose los presupuestos fácticos de la violencia intrafamiliar, mediante testimonios aportados por la defensa, pericias social, siquiátrica, psicológica, médico legal y otros antecedentes, que dan cuenta del maltrato sufrido por Karina.

A juicio del defensor penal público, “el Tribunal entendió que mantener la prisión preventiva de Karina, no cumplía con la necesidad de cautela de la prisión preventiva. El único argumento para mantenerla internada, dice relación con la gravedad de la pena asignada al delito de parricidio, pero que sin embargo, no existen delitos inexcarcelables en Chile, por lo tanto, ese único argumento no es suficiente”.

La decisión del Juzgado de Garantía de Puente Alto será revisada por la Corte de Apelaciones de San Miguel, luego de la solicitud de revisión realizada por el fiscal de la causa. En caso que el tribunal de alzada ratifique la decisión del Tribunal de Garantía, Karina podría abandonar el penal de detención preventiva de San Miguel, este viernes.

El hecho que se le imputa a la mujer se remonta a octubre del año pasado, cuando le disparó a su marido Claudio Reyes Carrasco (38) , una vez que esta estaba dormido, todo ello debido a los constantes golpes que éste le habría propinado durante los años que estuvieron juntos.

Tras balear a su pareja, Sepúlveda llamó al 133 para dar cuenta de lo sucedido a la policía, que inmediatamente se trasladó hasta la vivienda. Allí, la mujer explicó que había tomado un arma que Reyes Carrasco tenía debajo de su almohada.

En la oportunidad, la prensa recogió sus primeras declaraciones, indicando que el motivo del hecho fue para “proteger a sus hijos, especialmente al mayor que era víctima por parte del padre”.