Los pronósticos estadísticos indicaban que la última clasificada a la final olímpica de los 800 metros libre entraría con una marca que rozaría los 8.27,00 minutos. Y así sucedió, porque con 8.27,15 minutos, este jueves la francesa Coralie Balmy logró el último cupo a la final de Londres 2012.

Y no fue para la chilena Kristel Köbrich, porque con un registro que se salió de todos los márgenes esperados con durísimos 8.29,55 la chilena no sólo quedó fuera de la finalísima para las ocho mejores, sino que además se alejó de su récord sudamericano de 8.27,90 (2009) y se alejó incluso de su marca de presentación a la carrera olímpica, los 8.28,76 de 2011.

Además, a manos de la venezolana Andreína Pinto, la misma que la derrotó en los Suramericanos Medellín 2010 y quien nadó hoy a su lado en la misma serie, Köbrich sufrió esta mañana un golpe técnico muy bajo, perdiendo su maximarca subregional pues la venezolana anotó un registro solidísimo de 8.26,43 que además la puso en el sexto lugar de las clasificadas a final.

La chilena logró su mejor posicionamiento en unos Juegos Olímpicos con el lugar 14, luego de haber sido 15 en Atenas 2004 y 20 en Beijing 2008. Pero ello de nada sirvió porque si bien podía o no entrar en la final, la meta de mejorar su récord sudamericano era fundamental, pues ello pondría en evidencia un eventual progreso técnico.

El análisis de los parciales de su carrera permite encontrar la razón de su bajo resultado: tal como se había estimado, era fundamental que la chilena mejorara sus parciales en los dos puntos de velocidad de una carrera de 800 metros, esto es la largada y la llegada, que es donde la estrellas marchan su diferencia. Y para ello necesitaba llegar con una capacidad láctica bien pulida para poder esprintar en el marco de una carrera larga.

Pero ya su incursión en los 400 libre el domingo pasado marcaba una duda sobre su capacidad láctica tras registrar 4.12,00 es decir un segundo por debajo de su mejor registro.

Situándose en la carrera de hoy, si comparamos los parciales cada 50 metros de la primera clasificada a final con los de Köbrich, se puede concluir que la chilena tuvo una buena largada, más rápida que de costumbre; luego pudo mantener su nivel habitual en la medianía de la carrera, pero, en los metros finales no hubo si resistencia para llegar al remate en buena posición, ni menos velocidad para concretar ese remate: la primera clasificada a la final, la británica Rebecca Adlington, marcó 29.01 en los 50 metros y Köbrich, 30.19; luego en el parcial de 400 metros la local registró 31.46 y la chilena, 32.05; y en el parcial de los 800 metros, Adlington apuntó 30.70 y Köbrich se vino abajo con 31.66.

Vale decir que la menor diferencia con la líder se registró en la mitad de la carrera, pero en los puntos de partida y llegada la chilena no logró velocidad. Y ello fue crítico en el remate.

Una comparación con estas mismas fases parciales entre lo que hizo en el Mundial 2011 cuando terminó con un crono de 8.28,76 y la carrera de hoy en Londres cuando cerró con 8.29,55 da cuenta de la baja performance de la chilena:

Estadística | ADOCHILE

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En suma, la dirigida del DT Daniel Garimaldi llegó con buena capacidad de sprintar en el inicio, pero sin alcanzar la energía rápida para nadar firme además el hectómetro final. Y eso pasó una cuenta demasiado grande contra el reloj.

Kristel Köbrich | ADO Chile/Mauricio Palma

Kristel Köbrich | ADO Chile/Mauricio Palma

Kristel Köbrich | ADO Chile/Mauricio Palma

Kristel Köbrich | ADO Chile/Mauricio Palma